Ecuador

«Cicatrices de Honor» es el nombre de la última campaña en la lucha contra el cáncer de mama en Ecuador, que llama la atención de las autoridades ante la falta de medicamentos, prevención y atención en momentos en los que el sistema sanitario está volcado con la COVID-19. 

Una decena de mujeres llegadas de siete provincias de Ecuador, algunas de regiones tan remotas como la Amazonía, se reunieron en un hotel de Quito con las cicatrices de sus mastectomías profusamente pintadas con coloridos motivos florales. Su mensaje en el mes de sensibilización sobre el cáncer de mama es el del empoderamiento.

«Perdí mi seno, pero no mis sueños», que se puede sobrevivir y sobre todo elevar su voz para que el combate contra la enfermedad no retroceda y se convierta en otra «pandemia» justamente debido a los esfuerzos contra el coronavirus.

«Quisiera manifestar a todas las jóvenes de mi edad que tengan ese bichito de la prevención, el detectarse a tiempo evita mucho sufrimiento. Durante todo el tratamiento una sufre muchísimo, sobre todo quedarse incompleta», expresó Dayana Patiño, de 24 años.

Hace un año, cuando cursaba su último semestre de Teología detectó una bolita en su mama y tres meses después le diagnosticaron un carcinoma, por lo que le extrajeron su seno izquierdo. Una de las secuelas que hizo mella en esta quiteña, es el desgaste que provocan los medicamentos, y recuerda que pese a ello, hay que mantener la calma, porque el estrés baja las defensas y «no solo te puede atacar la COVID-19 sino muchas otras enfermedades».

El director de la fundación Jóvenes contra el Cáncer del Ecuador, Gustavo Dávila, lamenta que no haya cifras oficiales sobre el cáncer de mayor incidencia en las mujeres, lo que dificulta la labor de prevención. «Este es un llamado: Los pacientes que tienen tratamientos de cáncer no pueden estar en la fila esperando que se trate a los pacientes de COVID.

No es posible que muchas mujeres estén seis meses sin su medicamento», denunció. En el acto intervino el alcalde de Quito, Jorge Yunda, quien indicó que «el cáncer, posiblemente, se está volviendo una pandemia» y abogó por un abordaje de la enfermedad desde la prevención.

La mayor parte de las pacientes con cáncer de mama, el 45%, reciben atención hospitalaria en la Sociedad de Lucha Contra el Cáncer del Ecuador, Solca (con seis centros en el país), un 29% en el Hospital Eugenio Espejo de Quito, el 14% en centros del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) y un 12% en otros hospitales, de acuerdo con Jóvenes contra el Cáncer. Esta Fundación atiende a más de 1.350 pacientes con cáncer entre los dos y los 80 años en diferentes centros de salud del país.

Por: EFE