Colombia.
Volcán Cerro Machín, uno de los más peligrosos y explosivos del mundo, ¿se imagina usted vivir en el cráter de esta estructura geológica? Más de 10 familias en unas humildes viviendas habitan en todo el cráter del Volcán Cerro Machín, ubicado a 7 kilómetros de Cajamarca Tolima, en Colombia. A pesar de que en el lugar se siente rugir la tierra y sismos leves, ya se acostumbraron a vivir allí. “Tener la experiencia de que un volcán es muy bonito y hermoso igual, pues nosotros ya no acostumbramos al volcán porque siempre hemos vivido por acá”, destacó Duván Aguilera habitante del sector.
Y sí, la palabra costumbre se volvió cotidiana en sus habitantes, quienes no le temen al volcán. “Nosotros ya estamos acostumbrados a convivir con él. Él es cuando usted sabe que el canto del tiembla es porque se siente atacado”, comentó Jesus Montes, habitante del sector.
Además de las viviendas, hay una pequeña escuela en todo el cráter. La docente del lugar busca educar a sus cinco alumnos en temas volcánicos, para así estar atentos y preparados ante cualquier situación de emergencia. “Esta es la única escuela que está en el cráter de un volcán, entonces tratando de que ellos comprendan su territorio y entiendan y dimensionen toda la riqueza que tienen”, contó Yurany Muriel, docente.
Otro de los ejemplos claros de permanencia en el lugar es Don Genaro, un adulto mayor que vive con su familia en el fondo del cráter, así como lo lees: en el fondo. “A veces se oye que se mueve, se siente en la tierra, se siente que ruge también como algo”, acentuó Genaro Rodríguez, habitante del sector. ¿Y no les tiene miedo? “Pues sí, hay que hablar de miedo porque es cosa de la naturaleza”, respondió Rodríguez.
Entre tanto, Toche es un corregimiento de Ibagué con aproximadamente 200 habitantes. Está a tan solo 20 minutos del cráter del volcán. Sus calles tranquilas y silenciosas hacen sentir la calidez humana de su gente, quienes viven sin pensar que tienen a su lado, a uno de los volcanes más peligrosos del mundo. “La pasamos tranquilos y contentos, sin ningún miedo ni nada por el estilo”, mencionó Gloria León, habitante del sector.
De forma jocosa, dicen no temer al macizo volcánico. En esta zona del país se trata de impulsar una fuente importante de turismo. La visita a la fumarola del volcán, así como al sector de las estatuas o estalactitas. “Tenemos un sistema hidrotermal de alta temperatura que busca orificios, fracturas o fallas para llegar a la superficie”, explicó Yeimy Rodríguez, química del servicio geológico.
Estas temperaturas son aprovechadas para las famosas aguas termales. En el sector ya hay dos sitios en los cuales se puede disfrutar de ese relajante directamente desde el fondo de la tierra.
Así se vive en el cráter de uno de los volcanes más peligrosos del mundo, con la convicción de tratar de sacar adelante a sus familias, pero lo más importante, siempre atentos en el momento de alguna emergencia volcánica.
Por: TELECAFÉ.
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