En reconocimiento a los esfuerzos desplegados para que los programas contra la malaria no se detengan a pesar de la crisis sanitaria causada por la COVID-19, seis municipios de Brasil, Colombia, Haití y Honduras fueron galardonados con el premio «Campeones contra el Paludismo en las Américas.

“En general, ellos realizaron grandes esfuerzos por innovar en mecanismos para mantener la detección temprana de casos, así como también en conseguir refuerzos para ir a buscarlos con personal entrenado”; explicó por teléfono Roberto Montoya, asesor en vigilancia y control de enfermedades de la organización Panamericana de la Salud (OPS); otorgó el premio que entre otros beneficios entrega capacitaciones y una red ampliada de colaboración técnica.

Uno de los municipios premiados, Puerto Lempira, en el departamento hondureño de Gracias a Dios, aumentó los colaboradores voluntarios, entrenados para hacer los test de diagnóstico de malaria y dar el tratamiento en las propias casas en caso de ser necesario.

En tanto que el Municipio Quibdó, en el departamento colombiano de Chocó, logró seguir atendiendo normalmente en plena pandemia, pero además salió a buscar activamente los nuevos casos.

El municipio de Quibdó, en Colombia, fue galardonado por sus innovaciones para garantizar la prestación segura de servicios de salud en entornos extremadamente desafiantes y entre poblaciones vulnerables. Crédito de la imagen: OPS/PAHO.

El avance contra la malria

Atalaia do Norte de Brasil, en el Amazonas, tenía 4 mil casos nuevos de malaria en 2015, pero hoy tiene solo 1.200. La participación activa de la comunidad junto con la vigilancia ha permitido controlar la enfermedad en una comunidad con una proporción importante de población indígena.

Mientras que otro proyecto brasileño, esta vez en Oeiras do Para, fue premiado por reducir de 11.000 a menos de 1.000 los casos de malaria entre 2018 y 2020. Así, pasó de ser el tercer municipio con más casos endémicos de malaria en Brasil a ser el número 27.

En tanto en Haití los municipios Les Anglais, en el departamento de Sud, y Les Irois, en el departamento de Grand’Anse, fueron premiados por sus planificación y las alianzas hechas con trabajadores de salud comunitarios. Así lograron revertir el aumento de casos de malaria que se dio al inicio de la pandemia de COVID-19.

Si bien hay historias de éxito en la lucha contra la malaria durante la crisis sanitaria, esto no necesariamente es un patrón. Es imposible saber de momento cuánto se va a retroceder, dijo por teléfono Sócrates Herrera, director del Consorcio para la Investigación Científica Caucaseco, en Colombia, y quien no fue parte del jurado del premio.

“Los reportes epidemiológicos van a estar viciados por subregistro”, aseguró el experto. Esto porque, debido a las cuarentenas y confinamientos no se puede diagnosticar de manera segura, tanto por impedimentos a la movilidad como por falta de elementos de protección.

Dificultad para diagnosticar la malaria

Una de las dificultades para diagnosticar la enfermedad durante la pandemia ha sido que los pacientes pueden tener tanto malaria como COVID-19, ya que los síntomas son similares. Por ello la protección personal de quienes reciben a los infectados se volvió un punto clave, dice Roberto Montoya.

A ello se suma el desabastecimiento de los antimaláricos. Sócrates Herrera aseguró que en los tres sitios de trabajo de campo donde él opera -zonas rurales donde la malaria es endémica- y donde ha sido imposible llegar, faltan medicamentos para tratar a los enfermos.

La malaria, o paludismo como se le conoce en muchos lugares, es una enfermedad causada por un parásito del género plasmodium, el cual es trasmitido por la picadura de mosquitos anófeles hembra infectados. Sus síntomas incluyen fiebre, vómitos y/o dolor de cabeza. Si no es tratada a tiempo puede desarrollar complicaciones a nivel de riñones y cerebro, e incluso causar la muerte.

El último informe mundial sobre el paludismo, publicado a fines del año pasado, consignó 228 millones de casos de paludismo en el mundo en 2018, en comparación con 231 millones de 2017. África registra el 93 por ciento de casos de paludismo y un porcentaje similar de defunciones por esta enfermedad.

Aunque las Américas es la región del planeta que tiene malaria con la menor tasa de infectados, aún así 132 millones de personas viven en riesgo de contraer esta enfermedad anualmente. Entre 2015 y 2018, los casos aumentaron en 69 por ciento, mientras que las muertes lo hicieron en 111 por ciento.

En este video de la OPS se muestra cómo han combatido la malaria en Puerto Lempira, Honduras: