Artículos o noticias

Islandia: los patos y la cosecha ancestral de plumas

• Bookmarks: 27


Islandia.

En una isla en la costa oeste de Islandia, se lleva a cabo una cosecha ancestral. Estos son los eiders y sus plumones son una de las fibras naturales más cálidas del planeta, ligeras y altamente aislantes. Cada verano unos 400 granjeros recorren los campos del país. El plumón de este pato ártico se vende por miles de euros el kilo y se utiliza en finos duvets y edredones.

“Cuando tienen huevos tomamos parte del plumón y cuando los patos se ideran dejando el nido, tomamos todo el plumón. Después de recolectar, tenemos que secarlo. Es muy importante secar el plumón, si no se seca inmediatamente puede dañarse”, comentó Erla Frioriksdótirr, dueña y gerente de King Eider.

El plumón proveniente de 60 nidos, abandonado por la hembra para aislar sus huevos, equivale a cerca de un kilo de este tesoro natural. En el mundo se recolectan unas 4 toneladas al año y tres cuartas partes provienen de Islandia. Aquí el plumón de eider se ha recolectado desde el siglo nueve. Y los patos están protegidos de la casa desde 1847. Tienen muchos depredadores naturales pero los expertos creen que puede protegerse solo.

“Sentimos que a los patos les gusta tener sus nidos cerca de nosotros, donde nos quedamos, están muy cerca de la casa donde nos quedamos, por ejemplo. Así que creemos que tal vez los depredadores se alejan de nosotros”, dijo Jón Frioriksson.

Tratado del plumón

Una vez recolectada, la preciosa cosecha debe secarse al aire libre para evitar el moho. Luego debe ser limpiada y ordenada para ser vendida. “Cuando el plumón llega aquí está lleno de pasto, cáscara de huevo y toda clase de cosas del océano. Lo ponemos en el horno para matar cualquier organismo”, subrayó Páll Jónsson, limpiador de plumas King Eider.

Una vez que se ha secado en máquina, el plumón debe limpiarse a mano. El meticuloso proceso puede tomar unas cuatro o cinco horas por kilo, incluso para un trabajador experimentado. Según la ley islandesa, el plumón debe pasar una rigurosa prueba de calidad para ser vendido.

“Tengo que revisar si hay suciedad en el plumón, si hay plumas en él, si hay olor y si hay cohesión. Eso significa que puedes tomar 40 o 50 gramos entre dos dedos, y si se mantiene compacto y no cae, entonces el plumón es de buena calidad”, declaró Ásgeir Jónsson, inspector certificado de plumas de eider.

La rareza del plumón de eider, la dificultad de recolectarlo y el laborioso proceso, se traducen en un alto costo. Una colcha con 800 gramos de plumón se vende por unos 4 mil 350 euros. Algunos amantes de la naturaleza consideran que el precio vale la pena. El codiciado tesoro natural se exporta a lugares tan lejanos como Alemania y Japón.

^Por: AFP.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
1215 views
bookmark icon
Diseño y Hosting web por