México.

La producción de semiconductores se ha convertido en un factor estratégico para el crecimiento económico y la independencia tecnológica de los países y México busca posicionarse en esta industria clave. A través del Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Centros de Investigaciones Especializados, México trabaja en el diseño, prueba y empaquetado de microchips con el objetivo de formar talento, atraer inversiones y reducir la dependencia de insumos extranjeros en sectores como la electrónica, la automotriz y la inteligencia artificial.

“En la actualidad, los semiconductores son un activo muy importante para todas las naciones. De hecho, se dice que donde estén las fábricas de semiconductores, donde se produzcan, es donde va a estar el mayor poder político”, dijo el Dr. Norberto Hernández.

En este contexto se anunció recientemente la creación del Centro Nacional de Diseño de Semiconductores Kutsari, que contará con sedes en los estados mexicanos de Puebla, Jalisco y Sonora, integrando al IPN como uno de sus principales colaboradores. Con apoyo del gobierno mexicano, continuó Hernández, se busca que para el 2030 se consolide un centro de diseño donde se fabriquen distintos tipos de semiconductores.

Ahí creo que podemos aportar fuertemente en la parte de fabricación, ya sea para, como lo he mencionado, para preparar, capacitar el talento necesario para operar una planta de semiconductores, o para innovar, investigar, desarrollar un nuevo proceso que se requiera en esta industria, que se quiere consolidar aquí en México”, comentó Hernández.

Asimismo, Hernández aseguró que contar con una industria nacional de semiconductores permitirá reducir la dependencia tecnológica del país. En la actualidad, muchos dispositivos como automóviles, teléfonos móviles o electrodomésticos dependen del uso de semiconductores y su funcionamiento está sujeto de manera directa a la disponibilidad de estos componentes.

Un dispositivo no puede salir al mercado si carece de un chip esencial. En los próximos años, agregó el especialista, se continuará aprovechando la infraestructura que se tiene en el IPN para seguir innovando en la utilización de nuevos materiales semiconductores, sobre todo en aplicaciones que hoy en día están creciendo rápidamente, como por ejemplo la inteligencia artificial.

Este proceso de desarrollo tecnológico no se logra en 5 o 10 años, sino que requiere un esfuerzo sostenido a largo plazo. Sin embargo, en el presente, el científico consideró un momento oportuno para sentar las bases de esta industria y fortalecer la soberanía tecnológica de México.