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Bennu, el asteroide que pasará cerca de la Tierra en 2135

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EE. UU.

En el año 2135, un asteroide potencialmente peligroso llamado Bennu, hará un sobrevuelo cercano a la Tierra. Durante este encuentro, la gravedad de nuestro planeta modificará la trayectoria de Bennu, por lo que será un desafío calcular su trayectoria futura y las probabilidades de un impacto potencial a finales del siglo XXII.

¿Por qué es tan difícil determinar? Porque se sabe cómo funciona la gravedad, pero todavía hay incertidumbres en la trayectoria de Bennu que se verán magnificadas por el encuentro cercano en 2135.

Además de la gravedad, los asteroides pueden ser sacudidos por una serie de fuerzas no gravitacionales como el Efecto Yarkovsky, cuando la luz del sol incide sobre un asteroide en rotación, el lado diurno se calienta. A medida que la asteroide gira, el lado nocturno se enfría y libera calor.  Esto ejerce una pequeña fuerza que empuja al asteroide, lo que puede cambiar su dirección con el tiempo.

Es difícil hacer un modelo del Efecto Yarkovsky, pero podría significar una gran diferencia para determinar hacia dónde irá un asteroide.  Debido a que no se sabe exactamente cómo el Efecto Yarkovsky perturbara la órbita de Bennu. Hay un conocimiento limitado de dónde estará Bennu cuando se acerque a la Tierra en 2135. Por lo tanto, los científicos deben considerar un rango de posibles trayectorias dependiendo de la fuerza con la que el Efecto Yarkovsky empuje a Bennu.

Algunas de estas trayectorias se alinean con regiones del espacio llamadas ojos de cerradura gravitacionales. Si Bennu pasará por el ojo de una cerradura, la gravedad de la Tierra podría curvar su trayectoria de tal manera que podría causar un impacto en una órbita posterior a final del siglo XXII. Las probabilidades de que esto suceda realmente son bastante bajas, pero los científicos quieren saber tanto como sea posible. Esa es una de las razones por las que la NASA envió la nave espacial OSIRIS-REX para estudiar Bennu desde 2018 hasta 2021.

OSIRIS-REX mejoró enormemente nuestro conocimiento de la posición, la densidad, la inercia térmica y otras propiedades de Bennu que pueden influir en cómo evolucionará su órbita con el tiempo. Los nuevos datos permitieron a los científicos reducir significativamente las incertidumbres en la órbita prevista de Bennu, descartando una serie de ojos de cerradura para el sobrevuelo de 2135 y eliminando varios escenarios de impacto futuro.

Si bien Bennu sigue siendo un asteroide peligroso, ahora podemos hacer mejores modelos de su evolución orbital gracias a OSIRIS-REX. Esto le permitirá calcular mejor el riesgo de Bennu en las próximas décadas y siglos.

Por: NASA.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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