Cuatro países de América Latina mejorarán el diagnóstico y tratamiento del tracoma usando enfoque de género, gracias a un aporte de más de US$ 11 millones del gobierno de Canadá. Y otros podrán realizar monitoreos para determinar su incidencia real entre la población.
El tracoma es una enfermedad ocular que causa ceguera e incapacidad visual especialmente entre mujeres, pero se desconoce el número exacto de casos en la mayoría de países latinoamericanos.
El aporte de Canadá permitirá que Brasil, Guatemala, Colombia y Perú afinen el combate contra esta enfermedad que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), afecta a unos 5 millones de personas en la región, donde constituye un problema de salud pública. Solo México ha conseguido eliminarlo.
De acuerdo con la OPS, además de los cuatro países donde se sabe que hay casos, se podrán realizar monitoreos en Bolivia, Ecuador, El Salvador, Haití y Venezuela.
El tracoma es una enfermedad altamente contagiosa provocada por la bacteria Chlamydia trachomatis y la principal causa de ceguera en el mundo, según la Academia Americana de Oftalmología.
Regularmente el tracoma afecta a niños y mujeres en zonas donde hay una higiene deficiente, hacinamiento y poco acceso a agua potable y saneamiento, y debido al contacto personal como las manos u objetos contaminados, así como por moscas que estuvieron en contacto con personas infectadas.
Una de las problemáticas del tracoma es que afecta en mayor medida a las mujeres. Un artículo publicado en junio de este año en la revista The Lancet advierte que esto se debe a su papel como cuidadoras del hogar y su contacto permanente con niños, que son quienes suelen transmitir activamente la infección ocular.
“Las mujeres tienen casi el doble de probabilidades que los hombres de requerir cirugía para tratar la triquiasis tracomatosa (TT), la etapa cegadora del tracoma”, dicen los autores.
Martha Saboya, especialista en enfermedades tropicales desatendidas y asesora regional de la OPS, confirmó a SciDev.Net que, con el aporte de Canadá, la búsqueda de casos en la región tendrá una fuerte perspectiva de género.
“En la región de las Américas vamos a entrar a identificar qué factores podemos trabajar para que las mujeres dejen de tener un riesgo mayor de exposición”, dice la especialista.
Un objetivo es “que no tengan el riesgo de no ser atendidas a tiempo por efecto de que es la responsable de quedarse en la casa y no puede ir a un servicio de salud porque no tiene con quién dejar a sus hijos o no tiene el poder financiero para hacer un viaje de tres días al centro de salud”, explicó.
La contribución de 15 millones de dólares canadienses (U$$ 11,2 millones) por parte de Global Affairs Canada (GAC), anunciada hace unos días por el presidente de Canadá, Justin Trudeau, también servirá para generar más información útil sobre el tracoma.
Saboya señala que uno de los principales retos que tienen los países con tracoma es llegar a las comunidades afectadas por esta enfermedad.
“El tracoma se concentra en poblaciones rurales remotas, dispersas. Muchas de ellas, casi más del 90 por ciento, son poblaciones indígenas y muchas de ellas, además, son poblaciones nómadas. Entonces, el reto es poder llegar a estas poblaciones en zonas que tienen dificultades en el acceso a servicios básicos, no solamente de salud, sino también de educación, agua, saneamiento, vivienda”, remarcó.
La contribución por parte de Canadá también servirá para implementar la vigilancia en México, porque, a pesar de que el país logró eliminar la enfermedad en 2017, los especialistas no descartan la posibilidad de que reaparezca por diversos factores, incluidos los climáticos.
“Hay factores climáticos que pueden ocurrir, por ejemplo, puede haber reducción de la afluencia del agua o de los fuentes de abasto de agua (…) el calor también puede facilitar la infección, por eso es importante la vigilancia”, dijo a SciDev.Net el médico Ángel Francisco Betanzos Reyes, del Centro de Investigaciones sobre Enfermedades Infecciosas del Instituto Nacional de Salud Pública en México.
Para el especialista, las Brigadas de Tracoma que se llevaron a México desde el año 2004 y en las que él participó, le dejaron una lección: si se quiere eliminar el tracoma no basta con difundir las medidas de prevención como la higiene facial, sino adecuarlas al contexto social y cultural de las comunidades.
“Se tiene una receta de lo que se tiene que hacer, pero tenemos que contextualizarla a la realidad social cultural de las comunidades”, dijo a SciDev.Net.
Por: Aleida Rueda para Scidev.Net América Latina y el Caribe
Últimas entradas de SciDev.Net América Latina
(ver todo)