BerlínAlemania.

Desde Estocolmo, cuna del movimiento por la emergencia climática, hasta Berlín, pasando por Viena; miles de jóvenes desafiaron la pandemia de nuevo coronavirus y se manifestaron el viernes, convocados por el movimiento «Fridays for future».

En Estocolmo, los manifestantes se congregaron frente al Parlamento, ahí donde la joven militante Greta Thunberg inició su combate contra el cambio climático hace ahora dos años.

Rodeada de una decena de activistas, la adolescente de 17 años pidió «aumentar la presión a las personas en el poder».

«Tenemos que tratar la crisis climática como una crisis, es tan simple como eso», continuó, con su famoso cartel «Skolstrejk för klimatet» («Huelga escolar por el clima») en la mano y llevando mascarilla.

«La crisis climática se agrava»

Desde su regreso a Suecia tras un año sabático para defender la causa climática a través del mundo, Greta Thunberg retomó su costumbre de instalarse en los accesos del Parlamento cada viernes por la mañana.

A más de 2.000 kilómetros de la capital sueca, en el Ártico, Mya-Rose Craig, una ornitóloga de 18 años conocida como «birdgirl», es probablemente la activista más septentrional que se unió al día de movilizaciones.

La joven, con una pancarta «Youth Strike for Climate» (Huelga Juvenil por el Clima) en la mano, según fotos difundidas por la ONG Greenpeace y tomadas el 20 de septiembre, se manifestó en el archipiélago noruego de Svalbard, en primera línea del cambio climático.

En Suecia estaban previstos unos 250 eventos con un límite de 50 participantes cada uno, según las restricciones sanitarias vigentes en el país.

Desde Islandia hasta Australia, pasando por Jamaica, se esperaban más de 3.000 acciones el viernes en todo el mundo.

En Viena, 6.000 manifestantes según los organizadores, 2.500 según la policía, se manifestaron pese al mal tiempo.

«No sabemos cuando terminará la pandemia pero sabemos que la crisis climática se agrava cada día y pone en peligro los derechos humanos», declaró Klara Butz, una militante residente en la capital austriaca. «¿Quién hará valer nuestro derecho a un futuro viable si no somos nosotros?», preguntó.

En Berlín se concentraron casi 10.000 personas, según la policía, mientras que los organizadores hablan de 21.000 participantes.

En su mayoría con mascarillas, los jóvenes manifestantes se concentraron en la emblemática Puerta de Brandeburgo, desafiando la lluvia.

Varias personas convergieron desde varios barrios de la capital alemana en bicicleta hasta el lugar del acto. Los organizadores instaron reiteradamente a los participantes a respetar la distancia física.

«No hay planeta B»

«La protección del clima no puede esperar más», «No hay planeta B» o «No quemen mi futuro» eran algunos de los mensajes que se podían leer en las pancartas que sostenían los manifestantes en Berlín.

Durante discursos en un escenario instalado en la Puerta de Brandburgo, los organizadores denunciaron la política del gobierno de Angela Merkel, en especial la continuación de la explotación de minas de carbón hasta 2038.

En Hamburgo, más de 6.000 personas participaron en esta primera movilización contra el cambio climático desde hace varios meses, según la policía. En Colonia, fueron 7.000, en Friburgo, 6.000 y en Bonn, 3.000, de acuerdo con recuentos de la policía.

No obstante, las autoridades locales habían limitado el número de participantes en varias ciudades por la pandemia de covid-19.

En Múnich, la gran manifestación que estaba prevista fue finalmente anulada debido al alto índice de infección en la capital bávara, y fue sustituida por una concentración de 500 participantes.

Solo en Alemania, había más de 400 manifestaciones previstas, según «Fridays for future».

Por: AFP