Ciencia UNAM, Elí García-Padilla.
El estado mexicano de Chiapas es el segundo con mayor biodiversidad a nivel nacional, solamente superado por Oaxaca. Esta misma tendencia también se observa en dos de los grupos de vertebrados terrestres menos conocidos y más vulnerables: los anfibios y los reptiles.
La herpetofauna de Chiapas está compuesta por un total de 330 especies (107 especies de anfibios y 223 especies de reptiles, de las cuales un total de 25 especies (7.6%) se consideran endémicas estatales.
Del total de las siete regiones fisiográficas o florísiticas/faunísticas en la entidad, la Sierra Madre de Chiapas destaca como la más diversa herpetofaunísticamente con un total de 171 especies (55 anfibios y 116 reptiles) documentadas al presente.
En esta bioregión se encuentra “El Triunfo”, un Área Natural Protegida a nivel federal con la categoría de Reserva de la Biósfera desde el año de 1990; un territorio de 119,117 hectáreas.
En “El Triunfo” se encuentra uno de los remanentes de bosque mesófilo de montaña, entre otros tipos de vegetación, más importantes del país y Mesoamérica. El también llamado bosque de niebla o nubliselva es un ecosistema con alta diversidad y alto nivel o tasa de endemismo (especies únicas de un lugar en particular), además es considerado como el ecosistema más amenazado a escala mundial.
Se estima que en México su extensión es de poco menos del 1% de la superficie terrestre nacional. Sin embargo, alberga una riqueza florística del 12% (cerca de 3,000 especies), de las cuales el 30% son endémicas.
Uno de los pioneros en el estudio formal de la biodiversidad del bosque nuboso de “El Triunfo” fue el extinto naturalista mexicano Don Miguel Álvarez el Toro (“Don MAT”). Gracias a su gran visión y arduo trabajo de campo, promovió el conocimiento y la conservación de la biodiversidad de este paraíso neotropical único y lleno de vida al que él denominó como “nubliselva”.
“Don MAT” también fue uno de los primeros mexicanos en investigar la herpetofauna de “El Triunfo”.
Algunas de sus anécdotas de campo como el encuentro con el quetzal mesoamericano (Pharomachrus mocinno) y el pavón (Oreophasis derbianus); así como el descubrimiento del dragoncito de Smith (Abronia smithi) y la nauyaca de frío de Godman (Cerrophidion godmani) quedaron inmortalizadas en su obra bibliográfica “Así era Chiapas”, publicada en 1985.
Después de tres décadas de los esfuerzos pioneros por parte de “Don MAT”, nuestro conocimiento formal de la herpetofauna de El Triunfo suma ya un total de 97 especies (32 anfibios y 64 reptiles); lo que la convierte en una de las regiones más biodiversas, espectaculares y únicas de todo Chiapas y México.
Sin embargo, este tesoro biológico se encuentra amenazado debido a muchos factores antropogénicos, incluidos el cambio climático, la deforestación, los incendios forestales, el tráfico ilegal de especies y las concesiones mineras actualmente en etapa de explotación a cielo abierto. Así mismo son particulares mercenarios verdes y no las comunidades en su área de influencia, quienes hacen lucro del jugoso negocio del turismo de naturaleza como es el caso de la observación de aves, y en especial el quetzal resplandeciente.
En plena sexta extinción masiva de las especies y dado el eminente cambio climático, deberíamos todos promover y exigir la efectiva protección y preservación de este magnífico paraíso neotropical biodiverso bautizado como “el bosque nuboso más hermoso del mundo”, de acuerdo con la British Broadcasting Corporation (BBC). “El Triunfo” es un verdadero tesoro y patrimonio biológico de los ciudadanos chiapanecos, mexicanos y de todo el mundo. Su biodiversidad única merece un verdadero triunfo en materia de su protección y conservación a perpetuidad para disfrute y goce de las presentes y futuras generaciones.
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