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Observan los efectos del impacto de un chorro protoestelar en la Nebulosa de Orión

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México.

Un equipo internacional liderado por investigadores del Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) ha desvelado, con un nivel de detalle inédito, los efectos físicos y químicos del impacto de un jet protoestelar en el interior de la Nebulosa de Orión.

Un jet protoestelar es un chorro de gas a alta velocidad que emiten algunas de las estrellas recién nacidas, en este caso en la nebulosa de Orión, y al impactar sobre los alrededores producen frentes de choque que comprimen y calientan el gas nebular.

El IAC informó que este estudio se hizo mediante observaciones del Very Large Telescope (VLT) y 20 años de imágenes del Telescopio Espacial Hubble (HST), y los resultados fueron publicados en la revista científica The Astrophysical Journal.

Una región de formación masiva de estrellas

Las observaciones muestran evidencias de compresión y calentamiento producidos por el frente de choque, así como de la destrucción de partículas de polvo, que incrementan de forma espectacular la abundancia gaseosa de átomos de hierro, níquel y otros elementos pesados en la nebulosa de Orión.

Asimismo, el IAC señaló que la Nebulosa de Orión, uno de los objetos astronómicos más conocidos y brillantes del cielo nocturno, es la región de formación de estrellas masivas más cercana a la Tierra y muestra una estructura gaseosa compleja y extensa.

Las zonas de impacto suelen adoptar una forma arqueada y se denominan objetos Herbig-Haro (HH), en honor a sus descubridores: George Herbig y Guillermo Haro. Estos objetos han sido observados en múltiples nebulosas oscuras, donde el gas frío se encuentra en estado neutro y su fuente principal de energía es el calor generado durante el choque.

La radiación permite revelar las condiciones físicas y químicas de jet

Sin embargo, agrega el IAC, los chorros de gas observados dentro de la nebulosa de Orión se encuentran inmersos en el intenso campo de radiación producido por sus estrellas más masivas: el Trapecio de Orión, ubicado en el centro de la nebulosa.

Gracias a esta radiación, tanto el gas situado en el frente de choque como el comprimido tras su paso es calentado e ionizado, lo que permite desvelar con precisión las condiciones físicas y la composición química del jet.

«Nuestro trabajo revela que en el frente de choque de HH204 – uno de los objetos más prominentes de la nebulosa de Orión- las abundancias gaseosas de elementos pesados como hierro o níquel aumentan hasta en un 350% sobre lo que se encuentra normalmente en la Nebulosa de Orión y nos permite determinar la proporción de otros elementos químicos con una mayor precisión y, en definitiva, conocer mejor la evolución química de la vecindad solar», explica José Méndez Delgado, autor principal del estudio.

Por: Deutsche Welle.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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