Redacción.

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) describe en la revista Communications Biology una nueva especie de dinosaurio saurópodo que habitó la región de Cuenca hace 75 millones de años.

El trabajo, liderado por el profesor Francisco Ortega Coloma, parte de los fósiles hallados en el yacimiento de Lo Hueco, en la localidad conquense de Fuentes. Este lugar, desde su descubrimiento en 2007 debido a las obras para la instalación de las vías del AVE Madrid-Levante, ha proporcionado a los científicos alrededor de 12.000 restos fósiles, que forman ya una de las colecciones de vertebrados fósiles más relevantes del Cretácico Superior de Europa.

El yacimiento funciona como un libro de instrucciones de los saurópodos del Cretácico Superior europeo

Francisco Ortega Coloma, UNED

“Nos está costando mucho tiempo y recursos entender la enorme cantidad de información disponible en Lo Hueco, pero, una vez organizada, el yacimiento funciona como un libro de instrucciones de los saurópodos del Cretácico Superior europeo”, afirma Ortega, coautor junto al investigador Pedro Mocho, de la Universidad de Lisboa.

Qunkasaura pintiquiniestra, cuyo nombre hace referencia a «Qunka», la etimología más antigua del topónimo del área de Cuenca y Fuentes; «Saura», en alusión al femenino del latín saurus (lagarto) y como homenaje al pintor Antonio Saura, y «pintiquiniestra», la gigante reina de una novela citada en el Don Quijote de la Mancha de Cervantes, se distingue por ser uno de los esqueletos de saurópodo más completos hallados en Europa, incluyendo vértebras cervicales, dorsales y caudales, parte de las cinturas y elementos de los miembros.

Su morfología única, especialmente en las vértebras de la cola, ofrece nuevas perspectivas sobre los últimos saurópodos de la península ibérica, un grupo de dinosaurios que ha sido históricamente poco comprendido.

Contar con un ejemplar tan completo como el de Qunkasaura nos ha permitido entender algunos aspectos importantes de la evolución de este grupo en Europa

Francisco Ortega Coloma

“Contar con un ejemplar tan completo como el de Qunkasaura nos ha permitido entender algunos aspectos importantes de la evolución de este grupo en Europa”, destaca Ortega, quien añade que “la interpretación de las relaciones entre los titanosaurios europeos ha sido siempre un problema, generalmente porque la información disponible es muy escasa”.

Nuevo grupo de tiranosaurios

El estudio identifica a Qunkasaura como un representante de los saltasáuridos opisthocoelicaudinos, un grupo principalmente distribuido en el hemisferio norte (Laurasia). Por otra parte, la mayoría de los saurópodos del Cretácico Superior del suroeste de Europa, incluido Lohuecotitan pandafilandi, también descrito en Lo Hueco por el Grupo de Biología Evolutiva de la UNED, serían lirainosaurinos, un grupo de saurópodos aparentemente exclusivo de Europa.

Esta investigación sugiere que este es el único yacimiento en el que se conoce la coexistencia de ambos grupos y propone un nuevo grupo de titanosaurios, llamado Lohuecosauria, que incluye a los representantes de los dos linajes.

Qunkasaura nos muestra que al final del Cretácico se produjo en Europa la entrada de grupos de titanosaurios inmigrantes que no proceden de los continentes del Sur

Francisco Ortega Coloma

“En este momento, parece estar más ajustado que casi todos los titanosaurios europeos pertenecen a un grupo endémico, los lirainosaurinos, que evolucionaron aislados en Europa todo el final del Cretácico hasta la desaparición del grupo”, explica Ortega, “sin embargo, Qunkasaura nos muestra que al final del Cretácico se produjo en Europa la entrada de grupos de titanosaurios inmigrantes, y que, al contrario de lo que se creía habitualmente, no proceden de los continentes del Sur, sino que están relacionados con dinosaurios asiáticos y norteamericanos”.

Afortunadamente, queda mucho por descubrir y el yacimiento de Lo Hueco aún no ha desvelado todos sus secretos, pues, como concluye Ortega, “la coexistencia en Lo Hueco de distintas especies de titanosaurios relacionadas con varios linajes nos indica un aspecto que tenemos aún que resolver: la complejidad del papel ecológico de los titanosaurios en los ecosistemas ibéricos del final del Cretácico”.