Argentina.

Una entidad sin fines de lucro trabaja en Argentina para revertir la crisis de extinción del jaguar o yaguareté, un felino salvaje, con una tarea que incluye no sólo la conservación sino también la repoblación, para recuperar el balance perdido en ecosistemas del noreste del país.

Se trata de la Fundación Rewilding Argentina, que con la colaboración de la Administración de Parques Nacionales y de autoridades provinciales, ha logrado importantes avances en favor de la conservación del jaguar o yaguareté, el mayor felino del continente americano, con machos que alcanzan los 2,50 metros de longitud, incluida la cola, y llegan a pesar hasta 140 kilogramos.

La acción más reciente en la materia fue la recepción de tres ejemplares traídos desde Paraguay para ser liberados en los Esteros del Iberá, una zona rica en flora y fauna de la provincia argentina de Corrientes (noreste), explicó la bióloga Talía Zamboni, coordinadora de reintroducción de especies del «Proyecto Iberá» de la Fundación.

“Es una provincia donde habita el yaguareté y donde se extinguió a mediados del siglo pasado. Entonces, también es un proyecto que busca traer de nuevo la especie a Iberá y que vuelva a cumplir el rol tan importante que tenía como depredador tope y especie clave del ecosistema”, comentó Talía Zamboni.

Un equipo de la Fundación Rewilding Argentina, conformado por veterinarios y técnicos, se encargó de buscar a los tres yaguaretés en la Estancia Faro Moro, de Paraguay. Los tres se encuentran en la Cuarentena Internacional de Especies Amenazadas, ubicada en el Parque Provincial San Cayetano, en la provincia de Corrientes, para realizarles los controles sanitarios necesarios.

La entrevistada explicó que cuando estos estudios hayan comprobado su buena salud, podrán ser trasladados al Centro de Reintroducción del Yaguareté en la Isla San Alonso, en el corazón del Parque Iberá. Zamboni detalló que la especie se distribuía desde el sur de Estados Unidos al centro-sur de Argentina, pero en los últimos 200 años ha desaparecido de su rango de distribución histórico principalmente debido a la cacería, a la disminución en la abundancia de sus presas y a la destrucción y fragmentación de su hábitat.

Actualmente, la especie ocupa un 5 por ciento de su rango histórico de distribución en el país sudamericano, con menos de 20 ejemplares en la zona de «El Impenetrable», una zona de bosque nativo en la provincia de Chaco (noreste), y con ocho ejemplares en Iberá, los que fueron liberados el año pasado por la Fundación.