Nicaragua.

Nicaragua inició una campaña nacional de vacunación contra la fiebre amarilla, con el objetivo de aplicar 200 mil dosis, según informó el Ministerio de Salud. La vacunación se dirigirá principalmente a trabajadores de frontera, personal de sitios turísticos, conductores de transporte pesado internacional, trabajadores de la salud, guardabosques del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales, así como miembros del Ejército, la Policía Nacional y el Ministerio del Interior.

Las vacunas contra la fiebre amarilla llegaron a Nicaragua a finales de julio, y fueron fabricadas por el Centro Federal de Investigación y Desarrollo de Preparados Inmunobiológicos M. P. Chumakov de la Academia Rusa de Ciencias.

Verónica Medina, jefa de enfermería del Sistema Local de Atención Integral en Salud de Managua, dijo a la prensa que la meta del departamento es vacunar a más de 5 mil 000 personas.

«Somos un país tropical. También debemos protegernos nosotros contra esta enfermedad, ya que estamos susceptibles a que cualquier extranjero o alguien pueda introducirla al país y que pique el mosquito a cualquiera de los que están en contacto con él y pues de esta manera nosotros, al vacunar a nuestros trabajadores tanto de salud como de todos los sectores, estamos previniendo que se propague», explicó Medina.

El Ministerio de Salud está llevando a cabo el Programa Nacional de Vacunación, que cuenta con un Sistema de Registro Digital de Personas Vacunadas. El proceso incluye la solicitud de cédulas de identidad, la verificación de los datos y la entrega de una tarjeta de vacunación al finalizar el procedimiento.  Desde abril, el Gobierno de Nicaragua ha intensificado las medidas de vigilancia epidemiológica ante el aumento de casos de fiebre amarilla en Sudamérica.

«Es una vacuna 100 por ciento gratuita, es supereficaz, nos protege a todos y es de gran importancia, hay que aprovechar, sobre todo la aplicación«, expresó América García, médico general del Centro de Salud de San Rafael del Sur, a Xinhua. Como parte de las medidas de protección, las autoridades nicaragüenses también exigen que todas las personas que ingresen al país procedente de naciones con riesgo de transmisión de fiebre amarilla, según la Organización Mundial de la Salud, estén vacunadas.