Ginebra, Suiza.

Los desastres climáticos se quintuplicaron en los últimos 50 años y causaron importantes daños, aunque la mejora en los sistemas de alerta permitió reducir el número de muertes, informó la ONU en un informe este miércoles.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) de la ONU estudió la frecuencia, mortalidad y las pérdidas económicas causadas por desastres vinculados a fenómenos meteorológicos extremos entre 1970 y 2019.

«El número de estos fenómenos extremos está aumentando. Debido al cambio climático serán más frecuentes y severos en muchas partes del mundo», dijo en un comunicado el secretario general de la OMM, Petteri Taalas.

En total, se registraron más de 11.000 desastres atribuidos a esos fenómenos extremos en todo el mundo desde 1970. Se calcula que causaron más de dos millones de muertes y pérdidas materiales que superan los 3,64 billones de dólares.

El huracán Ida que golpeó Luisiana y Misisipi es un ejemplo claro. Según Taalas podría ser la catástrofe meteorológica más cara de la historia, superando al huracán Katrina en 2005, en Nueva Orleans, que costó 163.600 millones de dólares.

«La diferencia esta vez» fue la prevención, señaló Mami Mizutori, que dirige la Oficina de las Naciones Unidas para Reducción de Riesgo de Desastres (UNISDR, en inglés), ya que, según balances provisionales, hubo menos de media docena de muertos.

Mizutori recordó que, tras el Katrina, Nueva Orleans invirtió 14.500 millones de dólares en dispositivos antinundaciones y diques.

115 muertes diarias

Según la OMM, se podría decir que en promedio ha habido un desastre vinculado al clima cada día de los últimos 50 años, que ha provocado la muerte de 115 personas y pérdidas materiales de 202 millones de dólares por día.

La organización precisó que más del 91% de las muertes se produjo en países en vías de desarrollo.

Las sequías fueron responsables de las pérdidas humanas más graves durante ese período, con unas 650.000 muertes, mientras que las tormentas han dejado más de 577.000 fallecidos.

Las inundaciones se han cobrado unas 59.000 vidas en los últimos 50 años y las temperaturas extremas cerca de 56.000 muertes, según el informe.

A su vez, el informe determinó que, a pesar del aumento de estos fenómenos climáticos extremos, el número de muertes se redujo de manera importante.

El saldo pasó de más de 50.000 muertes anuales en la década de 1970 a menos de 20.000 a partir de 2010, indicó la OMM.

Es decir, mientras que de 1970 a 1980 se reportó un promedio de 170 muertes diarias vinculadas a fenómenos climáticos, la cifra cayó a 90 en los años 90 y a 40 en la década de 2010.

Taalas señaló que los avances en los sistemas de alerta y gestión permitieron reducir las muertes. «Simplemente, estamos mejor preparados que nunca para salvar vidas», indicó.

 Más gente expuesta 

Aún así, la OMM advirtió que queda mucho por hacer porque solo la mitad de los 193 países miembros de la organización tienen sistemas de alerta.

También avisó de la necesidad de mejorar las redes de observación meteorológica en países de África, en ciertas zonas de América Latina y en islas del Pacífico y el Caribe.

Mami Mizutori celebró en el comunicado las vidas que se han podido salvar gracias a los sistemas de alerta.

Pero también admitió que «el número de personas expuestas a riesgos aumenta debido al crecimiento de la población en áreas que pueden sufrir catástrofes, y a la frecuencia e intensidad crecientes de estos fenómenos».

Y aunque los sistemas de alerta temprana salvan vidas, no protegen de las pérdidas económicas provocadas por estos desastres.

De hecho, entre 2010 y 2019 se reportaron 383 millones de dólares al día en daños, siete veces más que los 49 millones de dólares diarios registrados en los años 70.

Siete de los 10 desastres más costosos de los últimos 50 años ocurrieron después de 2005, tres solo en 2017.

Se trata de los huracanes Harvey, que dejó daños por casi 97.000 millones de dólares, María, con daños por 70.000 millones de dólares, e Irma, casi 60.000 millones de dólares.

Por: AFP