Redacción.

En 2023, más de 100.000 estadounidenses murieron por sobredosis de opioides. La forma más eficaz de salvar a alguien en esta situación es administrar un medicamento llamado naloxona. Sin embargo, no siempre se llega a tiempo para administrarlo.

Investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) y del Hospital Brigham and Women’s (ambos en EE UU ) han desarrollado un nuevo dispositivo que esperan que ayude a eliminar esos retrasos y potencialmente salve la vida de las personas que sufren una sobredosis.

El aparato se puede implantar debajo de la piel, donde monitorea la frecuencia cardíaca, también la respiratoria y otros signos vitales. Cuando determina que se ha producido un exceso, bombea rápidamente una dosis de naloxona. Puede almacenar hasta 10 miligramos de este medicamente y administrarla en unos 10 segundos.

El dispositivo puede almacenar 10 miligramos de naloxona y administrarla en unos 10 segundos

“En cuanto al coste, los gastos exactos dependerán de la producción final y la ampliación”, dice a SINC Giovanni Traverso, profesor asociado de ingeniería mecánica en el MIT, gastroenterólogo en el Hospital Brigham and Women’s y autor principal del estudio.

En un estudio publicado en la revista Device, los investigadores demostraron que el dispositivo puede revertir con éxito las sobredosis en animales. Lograron restablecer los efectos de la sobredosis en el 96 % de los casos. Los investigadores esperan que sea compacto, pequeño y discreto, del tamaño de un chicle.

Un dispositivo interno e implantable

La naloxona es un antagonista de los opioides, lo que significa que puede unirse a los receptores de opioides y bloquear los efectos de otros, como la heroína y el fentanilo. El medicamento puede restaurar la respiración normal a los pocos minutos de ser administrado.

Sin embargo, muchas personas están solas cuando sufren una sobredosis y es posible que no reciban asistencia a tiempo para salvar sus vidas. Además, con una nueva ola de opioides que se extiende por EE UU, los excesos de estas drogas pueden ser más rápidos e impredecibles.

“El implante iSOS está diseñado para colocarse debajo de la piel mediante un procedimiento mínimamente invasivo, similar a la implantación de un registrador de bucle implantable u otros dispositivos médicos pequeños”, declara Traverso.

“El procedimiento puede realizarse de forma ambulatoria con anestesia local, minimizando el riesgo y la incomodidad para el paciente”, continua. Por otro lado, “se espera que la batería del dispositivo iSOS dure hasta 16 días con una sola carga, dependiendo del uso y las condiciones de monitoreo”, añade.

El implante iSOS está diseñado para colocarse debajo de la piel mediante un procedimiento mínimamente invasivo

Giovanni Traverso – MIT y Hospital Brigham and Women’s

En el estudio con animales, los investigadores utilizaron sensores para medir cómo cambian las señales fisiológicas durante una sobredosis de fentanilo. Esto permitió crear un algoritmo que mejora la precisión del dispositivo para detectar sobredosis de opioides, diferenciándolas de otras afecciones como la apnea del sueño.

Esta droga provoca, primero, una caída en la frecuencia cardíaca, seguida de una desaceleración de la respiración, lo que ayudó a los investigadores a determinar el momento exacto para administrar naloxona.

Retos por delante

El desarrollo de esta tecnología enfrenta desafíos significativos, como asegurar la adopción por parte de los pacientes, combatir el estigma asociado, minimizar falsos positivos y garantizar una rápida administración del antídoto.

Los próximos pasos incluyen la miniaturización adicional del dispositivo, la optimización de la batería y la planificación de pruebas en humanos dentro de tres a cinco años.

El desarrollo de este dispositivo enfrenta desafíos como asegurar la adopción por parte de los pacientes o combatir el estigma asociado

“Los ensayos incluirán individuos con alto riesgo de sobredosis de opioides, y realizaremos un seguimiento de resultados: como tiempos de respuesta, precisión en la detección de sobredosis, recuperación del paciente y cualquier efecto adverso potencial”, afirma Traverso.

Los investigadores ven este dispositivo como una herramienta clave en la estrategia de reducción de daños, sobre todo en la situación actual de esta droga en EE UU, que es, según los investigadores, especialmente grave.

“Para abordar esta crisis, se necesita un enfoque multifacético, que incluya mejor acceso a servicios de tratamiento de adicciones, educación sobre los riesgos del uso de opioides y el desarrollo de tecnologías innovadoras como el dispositivo iSOS para proporcionar intervención inmediata en caso de sobredosis”, expresa Traverso.

“Las políticas de salud pública también deben centrarse en estrategias de reducción de daños, prevención del inicio del uso indebido de opioides y apoyo a quienes están en recuperación”, concluye.