México.
Celia se ha dedicado los últimos 12 años únicamente a cuidar a su hija Pamela. Varias complicaciones desde bebé derivaron en una parálisis cerebral que la dejaron postrada en cama.
Su madre ha renunciado a su otra hija, su pareja, a casi todo para darle una vida digna a Pam, un esfuerzo que no le pesa porque lo hace con amor. En varias crisis respiratorias ha tenido que reanimarla, momentos más difíciles que le han generado interrogantes sobre la muerte digna.
“Y no estamos preparados para para lo que es la eutanasia. Mucha gente dice: ‘no es que tú lo vas a matar’, o sea, ya viéndolo de otra forma pues dices: es que es va a ser un descanso, o sea, ya no va a sufrir esos dolores, esa falta de aire cuando se están ahogando hasta con su misma secreción”, expresó Celia.
En México la eutanasia o cualquier otra forma de muerte asistida son ilegales, la única alternativa son los cuidados paliativos, el equipo del Centro de Cuidados Paliativos de México (CECPAM), una institución de asistencia privada, ha brindado atención domiciliaria a más de 3 mil 500 personas desde 2006.
En el caso de Celia, la han ayudado a cuidarse de ella misma y darle fortaleza emocional. Para su fundadora, Luz Elena Olaiz, la mejor forma de llegar al final de la vida es en el hogar, una opción inviable para la mayoría.
“La situación de salud gubernamental es complicada; somos muchos los recursos pues nunca alcanzan, y los cuidados paliativos no tienen partida suficiente. Entonces somos nosotros, la sociedad civil, la que me estamos dando la respuesta a esa falta de de cuidados paliativos domiciliarios”, comentó Olaiz.
Un tema que causa controversia
Desde junio pasado el partido oficialista, Morena, ha empezado a plantear en el Congreso la regularización de la eutanasia para pacientes terminales.
Según una encuesta oficial, el 60% de los mexicanos está de acuerdo con respetar la opción de adelantar la muerte y un 70% se mostró favorable a cambiar las leyes con ese objetivo, sin embargo, la iniciativa se ha topado con el rechazo de grupos provida.
Una campaña de la plataforma Activate reunió 7 mil firmas en contra de la eutanasia. Su promotora, Cecilia Urrea, subraya el riesgo de que se haga un mal uso de la ley.
“Pero pues finalmente si un niño con Síndrome de Down le dicen: ‘no oye, pues es que el niño pues ya pues no tiene capacidades para sobrevivir en esta sociedad, pues le puedes aplicar la muerte digna’, entonces esta ley pues puede generar una bomba de tiempo y puede afectar a cualquier persona”, expresó.
Algunas investigadoras han evidenciado que las personas con mayor poder adquisitivo viajan a alguno de los siete países donde la eutanasia es legal, a fin de adelantar la muerte. En cambio, las familias de escasos recursos se exponen a los peligros de hacerlo en la clandestinidad, como indica la doctora Asunción Álvarez.
“Pues si no tiene acceso a medicamentos como los médicos, pues es posible que busque medios violentos y que no son seguros. Si pide ayuda pone en riesgo a la persona que la ayuda porque está cometiendo lo que se considera un delito”, explicó Álvarez. Un delito que se suma al dolor de siquiera pensar en dar descanso a quien les ha dado la vida.
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