«Ahora como una mujer de 27 años, yo les digo que voy a ir a la Luna»: Katya Echazarreta

Guadalajara, Jalisco.

Cuando Katya Echazarreta tenía 7 años soñaba con ir al espacio, trabajó duro para cumplirlo y 20 años después lo logró. Hoy como una mujer de 27 años, la primera mexicana en ir al espacio decretó en Talent Land 2022, que quiere ir a la Luna.

En la charla «Talento fuera de órbita, una charla con Katya Echazarreta», la joven ingeniera eléctrica, habló sobre cómo fue su infancia, la importancia del apoyo de su familia, principalmente el de su mamá para poder alcanzar sus objetivos. Además de detallar cómo fue su experiencia al viajar por primera vez al espacio.

“Era una niña muy curiosa. Preguntaba todo, quería saber todo. ¿Por qué? ¿por qué? Desde niña me gustó aprender. Lo más difícil es entender el espacio, entender la electricidad, la ingeniería, no lo entendía y por eso decidí dedicar mi vida a tratar de entenderlo”, contó a las y los presentes.

Compartió que un pilar fundamental es su mamá, quien siempre la ha motivado y le ha dado la confianza necesaria para no rendirse. “Ella siempre me dijo que yo podía y que creía en mí. Cuando tus papás creen en ti, tú crees en ti”.

Katya tuvo que pasar por diversos obstáculos a lo largo de su vida, pues desde que era una niña con gusto por la ciencia y el espacio se enfrentó a quienes le decían que ella no tenía que interesarse por eso, que ese no era su lugar.

“A muchas niñas les dicen tú no te preocupes por eso, después te casas y ya. Tuve que pasar por eso como una niña de 7 u 8 años, pero mi mamá siempre me decía tú vas a poder, ellos no te entienden, tú sabes quién eres y lo que eres capaz de hacer”, detalló.

Aunque tenía motivaciones, Katya se enfrentó a duras realidades, entre ellas no tener dinero para ir a la universidad, pagar la renta de la casa, en pocas palabras ayudar a su familia para salir adelante, pero sin quitar el dedo del renglón, estudiar una ingeniería para después trabajar en la NASA.

“Muchas personas me han dicho: pues yo no voy a poder porque no tengo dinero, no tengo cómo ir a la escuela y yo los entiendo. En mi caso yo pensaba, esta educación es lo que me va a ayudar a mí y a mi familia para salir adelante. Trabajar y estudiar, ir a dormir y otra vez lo mismo, trabajar y estudiar y claro que es difícil, pero tienes que salir adelante”, expresó.

La fan de Carl Sagan va al espacio

La aplicación de Katya para ir al espacio no es reciente, ella desde el 2019 se preparó, aplicó y entrenó. Comentó que pasó por entrenamientos de fuerzas g, micro gravedad, para alistar su cuerpo, sin embargo, en aquel momento quedó entre las personas semifinalistas.

Este año las cosas cambiaron para Katya, pues no dejó de insistir y aplicó nuevamente para quedar entre las personas seleccionadas e ir al espacio. “Me llegó un correo hace 3 meses que decía que me seleccionaron como finalista. Me hicieron una llamada para preguntarme de lo laboral, la NASA, la ingeniería. Me preguntaron si estaba libre para tal semana, era finalista entre 5 personas. Le llamé a mi mamá, le dije que acababa de tener una llamada muy rara, y que era posible que iría al espacio”, detalló emocionada.

Una vez seleccionada por Blue Origin para hacer el viaje espacial, hubo una serie de entrenamientos que Katya calificó de divertidos. “Teníamos una cápsula que es un simulador, una y otra vez. Lo más importante es estar lo más preparado posible para saber qué hacer si todo sale bien o si algo sale mal. Tienes que prepararte para absolutamente todo”, manifestó.

La joven ingeniera explicó que ese día del lanzamiento, no tenía miedo y que la mejor manera de no tener miedo es tener la preparación adecuada. Contó que para esas situaciones en las que llegaban a la mente pensamientos negativos hacía una serie de ejercicios. “Nos teníamos que imaginar en la cápsula espacial, cerrar los ojos e imaginar los momentos antes del lanzamiento y cómo es que te quieres sentir, emocionado, nervioso y yo quería sentirme emocionada pero relajada. E hice eso, cerraba los ojos y me relajaba. Me senté en la cápsula y empecé a practicar la relajación”.

Katya dijo que al momento de estar en el espacio no puedes controlar lo que te va a pasar, es algo difícil tanto para el cuerpo como para la mente. “Yo me dije a mi misma, yo nunca he estado más alto que aquí. Ves arriba de ti la oscuridad, yo pensé que iba a ser algo gradual el azul del cielo, te lo imaginas, la verdad es que no, se ve arriba como un círculo de un azul oscuro y a los segundos ya estás en el espacio, no te das cuenta cuándo pasó, te asomas por la ventana y ya ves otro planeta”, expresó.

Tomar decisiones y no rendirse

Echazarreta les dijo a las y los presentes que no se necesita ser un Albert Einstein para trabajar en la NASA o ir al espacio. Comentó que en su caso particular fue buena en la escuela, pero que la universidad fue de lo más difícil que enfrentó.

“Por primera vez sentía que no era la mejor, no me estaba yendo como me gustaría y pensaba que no iba a poder lograr lo que quería y sentía que no debía estar ahí, así que tomé una decisión muy importante: yo estoy decidiendo que ahora en estas clases, en esta escuela no soy la mejor, pero a mí me encanta esto, la ingeniería, la ciencia, el espacio yo quiero estar ahí y yo quiero continuar aunque sienta que no soy la mejor”.

Para quienes tienen como sueño ser astronautas o viajar al espacio, Katya dijo entender cómo se pueden sentir miles de jóvenes, tanto hombres como mujeres que sienten que no es su lugar, que no son buenos o no deberían estar ahí, sin embargo, dijo que lo más importante es no perder el enfoque.

“Respecto a lo que sigue para mi vida, mi carrera, si cuando tenía 7 años me dije, voy a ir al espacio y 20 años después lo logré, ahora como mujer de 27 yo les digo que voy a ir a la Luna”, decretó Katya entre aplausos.

Por: Mayra Vargas.