Pátzcuaro, México.
Autoridades mexicanas están empeñadas en limpiar manantiales y liberar miles de crías de peces en una operación de rescate del vital lago de Pátzcuaro, en el occidental estado de Michoacán, en México.
El lago de Pátzcuaro es una histórica fuente de ingreso para pescadores y un sitio turístico donde se celebra el Día de Muertos. Michoacán es, a su vez, el mayor productor de aguacate en México y una región golpeada por la violencia ligada al crimen organizado.
Trabajadores estatales liberaron el martes unas 10.000 crías de pez blanco, una especie nativa de la región, con la esperanza de que crezcan, se reproduzcan y vuelvan a ser el sustento de las familias. Esperan liberar un total de 50.000 ejemplares hacia finales de año.
«Que se reproduzca, pues es lo que no hay, la trucha, pescado blanco que acaban de sembrar», dijo Miguel Alba, de 46 años, un pescador de la zona.
El pescador afirma que en otros años capturaba entre medio kilo y un kilo de este ejemplar por las mañanas, aunque ahora ya no lo logra porque simplemente no hay.
La escasez de peces y de trabajo en la zona han provocado un masivo éxodo rural: «se van de aquí, unos a Ciudad de México, otros para California, para Estados Unidos, ya no vuelven», dice Alba.
«El pez blanco nació y se desarrolló en el lago de Pátzcuaro», dice por su parte Julio César Bernal, un biólogo que trabaja con la comisión de agua de Michoacán. «Es uno de los peces que han dado sustento a todas las poblaciones» del lago.
El lago de Pátzcuaro mostraba desde hace tiempo un menor nivel, afectado por las altas temperaturas que se registran en México y el robo de agua.
Según el gobierno local y habitantes de la zona, productores de aguacate extraen agua ilegalmente con mangueras y bombas de extracción para regar sus sembradíos.
El gobierno de Michoacán estima que en los últimos 30 años la superficie de Pátzcuaro se ha reducido casi a la mitad, al pasar de 11.837 a 6.833 hectáreas.
Antes de liberar peces, las autoridades también retiran lodo, residuos sólidos y plantas para rehabilitar varios manantiales que alimentaban el lago.
«Se han rebasado las metas que teníamos», asegura el biólogo Bernal. «Estamos muy avanzados en la limpieza de los manantiales, y no solo la limpieza sino el descubrimiento de nuevos manantiales».
Bernal se refiere a «quince manantiales nuevos que están produciendo bastante cantidad de agua absolutamente cristalina, limpia, la cual se vierte al lago directamente».
«Todo estaba seco», dice Candelario Cruz, un vecino.
Esta situación contrasta con la muerte de miles de peces en el Río Santiago, ubicado en el vecino estado de Jalisco.
«Aguas arriba se encuentran algunas empresas que probablemente generaron descargas que hayan generado la contaminación», dijo Víctor Lucio Álvarez, secretario general de gobierno del municipio de Juanacatlán, donde se registró la muerte masiva de peces.
Según el funcionario, autoridades locales realizaron un muestro de agua y de los animales muertos. Añadió que el municipio emprenderá acciones legales contra quien resulte responsable por la contaminación.
Sin embargo, unas 250 empresas descargan sus residuos en el cauce del río, lo que llevó a las autoridades a prohibir la pesca.
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