España.

Investigadores del Instituto de Biología Molecular y Celular de Plantas (IBMCP), centro mixto de la Universitat Politècnica de València (UPV), han participado en un estudio internacional que ha descubierto un nuevo mecanismo para controlar la maduración del tomate.

“Una parte de la maduración del tomate que consiste en la acomulación de pigmentos en unos compartimentos que hay en los frutos que son los cloroplastos, eso no solo regula el color del fruto, sino que regula otra serie de cosas importantes para nuestra percepción de los tomates como son los aromas y como es la capacidad o la velocidad de maduración. Es decir que hemos descubierto que la acumulación de pigmentos no sólo regula el color, sino que regula muchas otras cosas asociadas a la maduración”, explicó Manuel Rodríguez Concepción, investigador del CSIC en el IBMCP.

Este hallazgo abre la puerta a producir tomates de mayor calidad comercial y nutricional. “Entendiendo cómo funciona este sistema podemos manipularlo, podemos hacer tomates que maduran más lentos o más rápidos dependiendo de qué es lo interese en determinado momento. Y también conseguiremos que esos tomates huelan a tomate, sepan a tomate y estén enriquecidos en carotenoides que son compuestos que son precursores de la vitamina A y también son saludables”, aseguró Rodríguez Concepción.

El estudio liderado por la Universidad de Oxford ha sido publicado en la revista Nature Plants.

Por: UPV.