Montevideo, 4 jul (EFE).-
El Ministerio de Turismo de Uruguay expandió su programa de Turismo Social y firmó hoy convenios con el Instituto del Niño y Adolescente del Uruguay (INAU) y los trabajadores asociados a la Federación Uruguaya de Empleados de Comercio y Servicios (Fuecys).
Así lo anunció la Ministra de Turismo, Liliam Kechichian, durante una conferencia prensa en la que aseguró que este programa se enmarca en la concepción que su cartera le da al ocio y la recreación como un derecho humano.
En este sentido, la ministra subrayó que están «muy contentos» por poder firmar estos convenios, sobre todo en el caso del INAU, ya que llevan mucho tiempo trabajando en conjunto en diferentes actividades como el avistamiento de ballenas en las costas uruguayas.
Según explicó Kechichian, los funcionarios del INAU tienen una tarea «muy tensa, compleja» y constantemente se enfrentan a situaciones difíciles, y tener acceso al turismo a través de este programa «cambia la calidad de vida de la gente».
«La calidad de los servicios que damos en Turismo Social es exactamente la misma que le damos a cualquier turista que llega al Uruguay, es una cuestión ética, no es un turismo ni para pobres ni más bajo ni diferente, tiene la misma calidad y servicios», acotó.
Asimismo, consideró que el acuerdo con Fuecys también es «muy importante» porque es un sector que aún hoy tiene trabajadores con bajos salarios y que muchas veces tienen jornadas laborales largas en permanente contacto con el público.
Para la ministra, el Sistema Nacional de Turismo Social, que ya lleva doce años en funcionamiento, tiene una evaluación «altamente positiva» y forma parte de «un esfuerzo conjunto» que realiza el Ministerio a través de sus políticas públicas y el sector privado que se ha mostrado «sensible a estas nuevas realidades».
Por su parte, la presidenta del INAU, Marisa Lindner, dijo que esta firma de convenio permite mejorar en la salud ocupacional de los funcionarios que constantemente son sometidos a procesos de desgaste por las tareas que realizan.
«Es una oportunidad que realmente consideramos como un derecho de todos los trabajadores y permitir incluirlos en líneas de turismo social implica esto de democratizar aspectos vinculados a la cultura, a la ciudad y a la recreación», concluyó Lindner.
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