Venezuela.
Venezuela prometió incluir la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH) de manera gratuita, pero sigue siendo uno de los pocos países de América Latina que no la ofrece pese a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que pide aplicarla desde los 9 años.
La enfermedad de transmisión sexual se propaga en silencio y según la OMS, el 80% de las personas sexualmente activas tendrán infección en algún momento de su vida por este virus, que dependiendo del genotipo, puede provocar cáncer de cuello uterino, vulva, pene o faringe.
“Por ejemplo, yo tengo una pareja y la estoy jalando por los pelos para que venga también porque nunca sabemos, caras vemos, otras cosas no sabemos”, dijo Corina García, quien completó su esquema de vacunación.
Altos costos para las vacunas en Venezuela
En Venezuela la vacuna es administrada sólo en lugares privados y no hay cifras oficiales sobre el número de inmunizados. La OMS recomienda la aplicación de al menos una o dos dosis dependiendo si se inició o no la vida sexual, pero en Venezuela debido a la falta de inmunidad de rebaño, los médicos sugieren las tres. Muchos no se vacunan porque es costoso.
La vacuna GARDASIL 4, que cubre contra 4 genotipos consta de 3 dosis y cada una de ellas ronda los 120 dólares; mientras que la que cubre contra 9 cepas puede costar hasta 350 dólares por dosis.
“Son bastante altos y poco asequibles para la población, ya que no está incluido en el sistema de vacunación, en el Esquema Nacional de Vacunación entonces esto encarece la vacuna”, comentó la ginecóloga Ana Teresa Serrao.
Las vacunas que se venden en Venezuela son importadas de Estados Unidos o Colombia por laboratorios privados que se encargan de vigilar la cadena de frío, aunque la rigurosidad en el manejo causa desconfianza.
“Hay un montón de especialistas colocando vacunas de VPH, el problema es que tú no sabes cómo fue la cadena de frío de esa vacuna, tú no sabes cómo llegó. Si esa vacuna no cumplió el traslado adecuado a temperatura adecuada, no va a hacer nada y quién garantiza eso, quién verifica eso nadie lo está haciendo”, explicó la doctora en ginecología y fertilidad de la Sociedad Anticancerosa de Venezuela, Yrma Baloa.
La vacuna gratuita como un derecho de los ciudadanos
Susana González directora del Centro de Estudios de Derechos Sexuales y Reproductivos considera que la ausencia de la vacuna gratuita constituye una violación a los derechos sexuales, además a la falta de dinero para vacunarse, se suma la desinformación y el estigma a las personas que contraen una enfermedad de transmisión sexual.
“Que a pesar de que es un virus con el que tenemos contacto permanentemente, a pesar de que es un virus que además ha ido mutando y que desarrollan enfermedades tan graves como lo puede ser el cáncer de cuello uterino, pues la verdad que en términos generales poco se habla de esto”, apuntó.
El Estado realiza algunas campañas informativas sobre enfermedades de transmisión sexual, pero el talento humano capacitado no es suficiente para sensibilizar a la población. El parlamento trabaja en una reforma de la Ley de enfermedades venéreas que data de 1941 para renovar términos que etiquetaban a las personas.
En Venezuela no hay datos oficiales sobre contagios de virus de papiloma humano, pero la Sociedad Anticancerosa de Venezuela calcula más de 5 mil 900 casos de cáncer de cuello uterino, 90% de los cuales fueron producto del virus. Tampoco es fácil detectar la presencia del virus en Venezuela, ya que en los hospitales públicos es difícil encontrar colposcopios, no se hacen citologías y tampoco cistoscopias. A estas pruebas se accede en el sector privado o en jornadas esporádicas organizadas por organizaciones civiles.
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