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Personal médico presenta secuelas psicológicas tras luchar contra la COVID-19

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España.

Pablo Celik es enfermero en el Hospital de la Paz en Madrid, trabajó en primera línea contra el coronavirus y nunca imaginó el impacto que tendría en su salud mental. Durante mucho tiempo, experimentó una angustia constante y “esa falta de aire”.

Fue hace un año cuando colapsaron los hospitales. Apenas había equipos de protección individual y los médicos debían priorizar el tratamiento a los pacientes con mayor probabilidad de supervivencia. Los aplausos desde los balcones les reconfortaban, pero nada podía detener la impotencia por no poder salvar más vidas, el miedo a enfermar o contagiar a sus familias y tratar de proteger a sus seres queridos del drama que vivían cada día.

“Estar luchando contra la enfermedad y saben que te puedes contagiar. Llegas a su casa y no puedes contar lo que está sucediendo en el hospital, entonces no tienes más remedio que llorar del trabajo a casa”, dijo María José García, Secretaria General de Nurse’s Union Satse.

Los profesionales sanitarios han pagado un alto precio en su lucha contra la COVID-19. Una encuesta reciente muestra que uno de cada tres sufrió depresión tras la primera ola, y la mitad de ellos ha recibido algún tipo de consulta médica especializada. Uno de cada cuatro sufrió estrés postraumático, similar al de aquellos que han vivido un conflicto bélico.

En el Hospital de La Paz supieron que debían dar apoyo psicológico a sus trabajadores desde el primer momento. «Aprendimos que era importante como la atención y el tratamiento de las personas que estaban enfermas, era la atención que se hacía con los profesionales para que estos pudieran trabajar adecuadamente con las personas que estaban enfermas”, dijo María Fe Bravo, jefa del Servicio de Psiquiatría del Hospital de La Paz.

No fue hasta después de la primera ola, cuando Pablo se decidió, finalmente, a buscar ayuda. Ahora asiste semanalmente a las sesiones de ‘conciencia plena’ que organiza el hospital. Van a necesitar toda la fuerza, porque la pandemia está, aún, lejos de acabar. Pero al menos, durante unos minutos, tienen tiempo para dedicarse a ellos mismos para poder seguir cuidando de los demás.

Por: Euronews.

Noticiero Científico y Cultural Iberoamericano – Noticias NCC
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