Guadalajara, México.

Los cinco escritores finalistas del III Premio Bienal de Novela Mario Vargas Llosa asistieron este 27 mayo al Conjunto Santander de Artes Escénicas en Guadalajara, México para exponer sobre el proceso creativo que significó escribir las novelas nominadas este año.

En este evento estuvo presente la poetisa y novelista nicaragüense Gioconda Belli, el escritor venezolano Rodrigo Blanco Calderón, Gustavo Faverón de Perú, Antonio Soler y Manuel Vilas ambos de España. En esta ocasión, el tema de la Bienal «Literatura y fronteras» busca enaltecer la diversidad cultural y encontrar en los límites geográficos, no barreras, sino “otras formas de pensar y concebir el mundo”, así lo dijo el Presidente de la Fundación de la Universidad de Guadalajara, Raúl Padilla López.   

Raúl Padilla López, Presidente de la Fundación de la Universidad de Guadalajara conversa con el ganador del Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa. Fotografía: Montse Adame

En la conferencia asistió Mario Vargas Llosa, reconocido escritor peruano y ganador del Premio Nobel de Literatura en 2010, cuyo nombre lleva este premio y quien estará presente hasta este próximo jueves cuando el jurado decida quién se lleva el galardón dotado de 109.000 dólares.

Gioconda Belli y Rosa Beltrán en el Conjunto Santander de Artes Escénicas. Fotografía: Montse Adame

La escritora y catedrática Rosa Beltrán, encargada de moderar el evento y dar la introducción a la novela de cada autor finalista dedicó unas palabras a Vargas Llosa: «A nosotros nos tocó leer en nuestra época a Mario Vargas Llosa. Él nos enseñó que se podía escribir la novela y el cuento de diferente manera, gracias Mario».

“Es un honor para mí estar con los cinco finalistas de un concurso que concentró a más 400 participantes. Tenemos aquí a los mejores escritores de novela de este momento, cada uno de ellos con una propuesta distinta, rica y extraordinaria“ añadió la escritora mexicana.

Gustavo Faverón habla de su novela Vivir abajo. Fotografía: Montse Adame

El primero de los finalistas en hablar de los sucesos que inspiraron su novela fue Gustavo Faverón con su thriller policiaco, Vivir abajo. Este relato cuenta la historia de violencia en América Latina. “La escribí de una manera muy caótica, cuando decidí enviarle, por medio de correo, a un amigo, el guión que habría de utilizarse en una película; al copiar y pegar el texto en Word me di cuenta que eran más de 200 páginas” expresó Faverón.

“La novela comenzó cuando me vi en la necesidad de quitarle páginas: casi un tercio del texto original, dejando en la historia más cabos sueltos. Al hacer esta reducción, noté que dos de los personajes no podían estar en en el mismo año, pero los deje para que fueran paralelos” añadió el escritor peruano cuando se le cuestionó sobre la compleja estructura de “Cajas chinas” que entreteje la novela.

Gioconda Belli, la única mujer de los cinco finalistas, habló de su última novela, Las fiebres de la memoria. Fotografía: NCCIberoamérica / Montse Adame

Gioconda Belli, la única mujer de los cinco finalistas, habló de su última novela, Las fiebres de la memoria, “Con esta novela yo buscaba narrar una reconstrucción de la identidad; cómo dejar una forma de vivir para transformarse en alguien más; mi personaje principal va perdiendo en poder, pero ganando en vida”.

“Esta novela me habla de manera muy íntima porque, -como mi personaje-, yo viví el exilio y tuve que usar nombres que no eran míos”, así lo recordó la poetisa y novelista nicaragüense quien fue militante en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) contra la dictadura del político Anastasio Somoza Debayle.

Con más de once libros de poesía y nueve novelas, entre estas La mujer habitada (1988), Waslala (1996), El país de las mujeres (2010); la acreedora al Premio Sor Juana Inés de la Cruz, 2008 por la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, vuelve a México para contender por el premio de “Mejor Novela”.

De izquierda a Derecha: Antonio Soler y Rodrigo Blanco. Fotografía: Montse Adame

Por su parte, el escritor, guionista de televisión y colaborador de prensa español, Antonio Soler comentó sobre los recursos literarios que adornan su novela, Sur. “Yo quería hacer una novela con una diversidad de personajes; quería dar cabida a todas las voces que hay en distintas culturas, edades, estratos sociales, y también incluir los ruidos externos que percibimos y distinguir los medios por los cuales nos comunicamos”.

En una historia cuya primera escena es la de un cuerpo moribundo lleno de hormigas que es encontrado por una persona que corre por las mañanas; el lector es situado en el desarrollo de la vida de la ciudad de Málaga en España. El ganador del Premio Herralde (1996) realiza con maestría la narración de una compleja diversidad de personajes, situaciones, registros lingüísticos, voces que conviven en un mismo escenario.

De izquierda a Derecha: Rosa Beltrán, Manuel Vilas y Gustavo Faverón. Fotografía: Montse Adame

«Ordesa», del español Manuel Vilas, es una novela  en la que el escritor relata hechos cercanos a su vida en relación con la muerte de sus padres. Es una historia de ausencia que narra la vida de un hombre que se divorcia, y a su vez, pierde a su madre: advierte, entonces, la desintegración de dos familias.

“No creo que ningún ser humano se dé cuenta de lo importante que son los padres y madres hasta que los pierden, es una especie de maldición», explicó el autor.

 

De izquierda a Derecha: Rodrigo Blanco, Gioconda Belli y Rosa Beltrán. Fotografía: Montse Adame

Por último, el escritor Rodrigo Blanco Calderón explicó que el origen de su primera novela “The night” (2010) narra los hechos de los años 2008 y 2009 cuando en Caracas fueron apareciendo cuerpos de mujeres asesinadas. “Entre ellas hubieron dos casos que me marcaron mucho: sentí asco y hartazgo”.

El primer caso fue el de Roxana Vargas que, en un blog, dejó un testimonio que revelaba la  relación sentimental que sostuvo con el conocido psiquiatra y ex candidato a la presidencia de Venezuela, Edmundo Chirinos quien resultaría ser el asesino de esta mujer. El segundo caso, fue el de una pareja de mujeres que aparecieron incendiadas y que, además, fueron pacientes de la madre del escritor, quien es psiquiatra forense.

“Posteriormente, en Venezuela se declaró la crisis energética que termina dejándonos a todos en la oscuridad”. A partir de eso hubo un cambio significativo en la historia del país “porque hubo un antes y un después”: esto fue el detonante de la escritura de la novela.

La Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, en su tercera edición es organizada por la Cátedra Vargas Llosa, la Fundación Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, Acción Cultural Española (AC/E) y la Fundación Universidad de Guadalajara. El ganador del Premio se dará a conocer el jueves 30 de mayo durante la clausura del evento.

Por: Noticias NCC