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La lactancia materna tiene múltiples beneficios tanto para la madre como para los bebés. Aparte de su riqueza desde el punto de vista nutritivo, el alto contenido en inmunoglobulinas del calostro y la leche materna es la primera y más segura ‘vacuna’ que pueda recibir el lactante, ya que confiere protección frente a múltiples infecciones en las primeras semanas y meses de vida.

En el periodo neonatal, los bebés están expuestos a infinidad de microorganismos, que tienen como principal puerta de entrada las barreras mucosas. En cambio, inicialmente con un sistema inmunitario inmaduro para poder hacer frente a los patógenos.

Inmunidad innata de la leche materna

La leche materna contiene numerosos componentes de la inmunidad innata —no específica— y de la adquirida —defensas específicas adquiridas por la experiencia previa de la madre—, que se transmiten a los bebés, y generan así una protección activa y pasiva contra las infecciones.

En este sentido, la leche materna contribuye a una reducción importante de la morbimortalidad infantil, cuando se realiza lactancia exclusiva durante al menos los seis primeros meses de vida del bebé.

La actual pandemia por la covid-19 ha implicado una gran preocupación entre las madres lactantes por diferentes motivos.

Al inicio de la pandemia, estas inquietudes se centraban en la posibilidad de contagio, hasta el punto de que en muchos entornos se había llegado a contraindicar la lactancia en las mujeres con diagnóstico positivo de covid-19.

No obstante, varios estudios ya han demostrado que el virus no se transmite a través de la leche materna y que, además, esta contiene anticuerpos específicos contra el virus en las mujeres que han pasado la enfermedad. Estas evidencias han llevado a recomendar no interrumpir la lactancia en caso de contraer la infección, aunque se recomienda seguir extremando las medidas de protección e higiene durante el amamantamiento en la medida de lo posible.

La vacunación durante la lactancia

Más recientemente, con la aprobación de las vacunas contra el SARS-CoV-2, los miedos se han centrado en los potenciales efectos nocivos que estas podrían tener para los bebés durante la lactancia.

En este sentido, muchos profesionales las contraindican ante la ausencia de evidencia científica; o dejan la elección de la vacunación y/o de mantener la lactancia en manos de las madres, en base al riesgo de covid-19 a la que estén expuestas.

La legislación actual permite los ensayos clínicos con medicamentos en mujeres embarazadas y en período de lactancia, siempre que estos puedan suponer un beneficio para la mujer o el bebé. Sin embargo, los miedos y dilemas éticos que esto plantea son muchos. Así que la seguridad de la mayoría de fármacos durante la lactancia, incluidas las vacunas, se limita al seguimiento de estos en el período posterior a su comercialización.

Ante este escenario, profesionales del Parc Sanitari Sant Joan de Déu que desarrollan su labor en primera línea, que son madres lactantes y querían vacunarse, decidieron emprender una investigación en este campo.

Así, de la mano de la doctora Erika Esteve, médica adjunta del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital de Sant Boi, y de todo su equipo, con el doctor Vicens Díaz de Brito al frente, se puso en marcha el estudio LacCOVID, publicado recientemente en el repositorio medRxiv.

Los resultados muestran que la vacunación con la vacuna de Pfizer/BioNTech es segura durante el período de lactancia y que, además, transmite anticuerpos a la leche materna.

Las 32 pioneras: Sanitarias, Vacunadas y Madres lactantes

Junto a Erika, 31 mujeres más, han participado en este trabajo pionero. Aunque se trata de una cohorte pequeña y que todavía no ha finalizado el seguimiento —previsto a seis meses—, estos datos sugieren que, tal y como sucede con otras enfermedades infecciosas o con otras vacunas, los bebés amamantados por mujeres inmunizadas podrían estar protegidos frente a la covid-19, al menos mientras dura el período de lactancia.

El período de tiempo de esta transmisión de anticuerpos a leche materna está todavía por determinar, pero según los datos analizados se espera que se mantenga mientras duren los niveles de anticuerpos en sangre.

Esta cohorte incluye únicamente mujeres vacunadas con Pfizer/BioNTech, pero otro estudio reciente demuestra que los resultados son extrapolables a las mujeres vacunadas con Moderna.

Además, existen otros estudios en marcha con otras vacunas diferentes a las dos anteriores, ambas basadas en tecnología ARN mensajero, que próximamente ofrecerán más datos en este campo.

Por último, hay otros estudios en marcha con distintas vacunas en madres lactantes que permitirán determinar los niveles de respuesta inmunológica y su paso a la leche materna. Esto contribuirá a un conocimiento más profundo sobre el papel protector de la leche materna contra la covid-19.

Por: SINC.