Perú.
Según la Organización Panamericana de la Salud, en el Perú se registran anualmente 1800 casos de niños y adolescentes con cáncer: solamente existen 27 pediatras oncológicos y más del 90% se encuentran en Lima. El diagnóstico es duro, pues muchos de los pacientes y sus familias deben hacer hasta lo imposible para combatir este mal.
El doctor Ricardo Pung Chong no sólo es el fundador de Inspira, sino que es el responsable de devolverle la sonrisa y esperanza a miles de familias, quienes han encontrado en él y gracias al apoyo del albergue, el soporte que estaban buscando.
“Hay niños que han logrado vencer al cáncer, ya tengo una niña que es estudiante de medicina que ella ahora me dice que quiere ayudar a niños con cáncer. Hay un niño que lo conocí a los nueve años, tuvimos que amputarle la pierna por el cáncer, ahora él tiene 20 años, es estudiante universitario de administración y pertenece a la selección peruana de fútbol de amputados y es el capitán”.
Los voluntarios, el corazón de Inspira
Este trabajo es liderado por el doctor Pung Chong pero a su vez tiene la compañía y el respaldo de quienes llamó héroes. Ellos son los voluntarios que prestan su tiempo, su servicio, su vocación para apoyar y sobre todo, ayudar a los niños que más lo necesitan durante su tratamiento.
La Universidad de San Martín de Porres es una de las instituciones que apoya este importante albergue a través de la Facultad de Medicina Humana, para ello conversamos con el doctor Alberto Salazar, quien ha estado presente desde la primera campaña médica realizada.
“Ser parte de un proyecto de esa naturaleza ayudar en algo así creo que a cualquier persona le va a alimentar, el alma, el espíritu definitivamente. Y a nuestros estudiantes con certeza que los va a fortalecer en humanismo, en solidaridad y en responsabilidad social. Los voluntarios hacen de todo, el albergue de las necesidades de todo, desde abrir la puerta, desde barrer, desde lavar los platos, desde cocinar, desde hacer el aseo de los cuartos, desde jugar con los niños, acompañarlos y a la mamá a hacerlos jugar, distraerlos en todo su proceso de tratamiento” expresó Salazar.
“Cada espacio de este local tiene el amor de tanta gente y seguramente va a seguir creciendo y vamos a dejar un legado hermoso para la siguiente generaciones, para que ustedes que son más jóvenes o los hijos de ustedes, entiendan que sí se pueden hacer cosas hermosas para la gente. Eso es Inspira”, añadió Pung Chong.
Por: USMPTV
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