Cannes, Francia

Alejandro González Iñárritu preside este año el jurado oficial del Festival de Cannes, un grupo de cineastas cuya diversidad, aseguró, es el mejor ejemplo para luchar contra muros como el que Donald Trump quiere poner en la frontera mexicana, un proyecto «equivocado, cruel y peligroso».

Iñárritu respondió con su arte a las ideas de Trump con su instalación de realidad virtual «Carne y arena», que presentó en Cannes hace dos años y ahora regresa como presidente del jurado, el primer latinoamericano que ocupa esa posición.

Y desde ese cargo, el cineasta mexicano se puso serio al ser preguntado en rueda de prensa por el muro de Trump, que es solo un ejemplo de lo que está pasando «en todas las fronteras del mundo».

Desde su arte, Iñárritu trata de luchar contra la ignorancia tan fácilmente manipulable en una situación actual, que «puede volverse contra nosotros, hacer que regresemos a 1939». Y, agregó: «todos sabemos cómo acaba la historia». Lo más preocupante es, en su opinión, lo fácilmente que olvidamos que hace 1.500 años existía una civilización tan impresionante como la de los griegos y luego llegó la oscura Edad Media.

El cine nació para ser una experiencia comunal y yo no tengo nada en contra de verlo en un teléfono o en un iPad, pero no es lo mismo, no es la misma experiencia», reflexionó.Aunque también reconoció que hace 200 años le hubieran tildado de loco por escuchar a Beethoven en su coche.

«Tenemos que encontrar una forma de ver cine que incluya todas las vías. Francia es una excepción, protege el cine. Pero, en los próximos diez días vamos a ver muchas películas, ¿cuántas de ellas se van a ver en el mundo, en México?», se preguntó.

Y desde esa abierta perspectiva, Iñárritu y sus compañeros del jurado se dedicarán en los próximos días a analizar cada una de las 21 películas que compiten por la Palma de Oro de esta 72 edición de Cannes, entre las que están los últimos trabajos de cineastas como Pedro Almodóvar, Jim Jarmusch, Ken Loach o Terrence Malick.

 Por: EFE