España.
Comienza una mañana de nervios y emoción. Los Jarramplas se vendan las muñecas y se protege el cuerpo antes de salir a la acción.
“El traje es de fibra de vidrio. Es poliéster. Ahora tengo muchas ganas de ir, ponerme el traje y salir ya”; dijo un participante.
“Estos instantes previos la verdad que lo vivo con nerviosismo porque pensando lo haré bien. Quiero que la gente disfrute”, contó otro participante.
Una ilusión compartida por un pueblo entero donde vecinos y visitantes lanzan nabos a Jarramplas. Es la fiesta por excelencia de Piornal que se vive con más pasión, con más orgullo y también con más respeto.
Los visitantes comentan que es muy gratificante verlo. “Esto es precioso y nos lo estamos pasando muy bien, muy bien”, acentuó un visitante.
Esta tradición es una de las más emblemáticas, una tradición que desde niños llevan en la sangre. “Hay que ir metiendo la sangre poco a poco, desde pequeñito. Yo por lo menos tengo claro que este y otro que tengo los tengo para arriba, porque si no, cuando seas más grande a ver quién viene”, declaró un extremeño.
Y a medida que van creciendo, viven con el deseo de ser una vez en la vida: Jarramplas. Un día para el recuerdo de todos los que viven esta fiesta desde dentro.
Por: Extremadura
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