Guangzhou, China.

Un equipo de investigadores chinos descubrió un novedoso mecanismo a través del cual los microbios intestinales relacionados con la obesidad pueden favorecer la progresión del cáncer.

Se trata de la liberación de sustancias químicas específicas que pueden tener un impacto significativo en el crecimiento y la propagación de las células cancerosas.

Una dieta rica en grasas (HFD, siglas en inglés) se considera un factor de riesgo importante para la progresión maligna de diversos tipos de cáncer, en gran parte debido a sus efectos perturbadores sobre la microbiota intestinal. Sin embargo, hasta ahora no se conocía con exactitud el papel de las HFD en el desarrollo de la enfermedad.

La mi­cro­bio­ta in­tes­ti­nal son todos los microorganismos que viven principalmente en el in­tes­tino del­ga­do y el co­lon. Alrededor de 100 billones de microorganismos: bac­te­rias, vi­rus pa­rá­si­tos y hon­gos viven en las paredes del intestino.

Está demostrado que esta flora intestinal desem­pe­ña un pa­pel en las fun­cio­nes di­ges­ti­vas, me­ta­bó­li­cas e in­mu­ni­ta­rias y neu­ro­ló­gi­cas. Este ecosistema considerado un órgano en sí mismo es específico de cada individuo como el código genético, cuanto más rica sea la microbiota, más probabilidades tendremos de estar sanos.

Investigadores de la Universidad Sun Yat-sen establecieron múltiples modelos en ratones portadores de cáncer y descubrieron que la microbiota alimentada con grasa libera abundante leucina, un aminoácido presente en numerosas proteínas.

Un nivel elevado de leucina en la sangre periférica se asocia a resultados clínicos desfavorables en mujeres con cáncer de mama, de acuerdo con un estudio publicado el lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences de Estados Unidos.

Igualmente, una microbiota intestinal anormal está implicada en el desarrollo de resistencia a la quimioterapia y a algunas terapias inmunológicas contra el cáncer de mama, el de pulmón y el melanoma.

Los investigadores consideran que las conclusiones de este estudio abren una amplia vía para las estrategias terapéuticas contra el cáncer dirigidas al metabolismo aberrante de la microbiota intestinal.