GOIÂNIA, Brasil.

A poco más de dos años de que se denunciara su venta ilegal en el Reino Unido, 25 fósiles de insectos que datan de unos 115 millones de años han regresado a Brasil.

Los ejemplares, que eran anunciados en una tienda virtual, provienen de la Formación Crato, una formación geológica del periodo Cretáceo, localizada en la Cuenca de Araripe, estado de Ceará, al noreste de Brasil.

La Procuraduría General de la República confirmó a SciDev.Net que los fósiles llegaron a la sede de la organización, en la ciudad de Juazeiro del Norte, el jueves 10 de abril.

Actualmente la entidad trabaja en otras dos solicitudes de repatriación de ejemplares junto al gobierno de Francia: un esqueleto casi completo de un pterosaurio con una envergadura de casi cuatro metros, que se estaba subastando por más de US$ 248.000, y otros 45 fósiles.

Los ejemplares recuperados recientemente serán enviados al Museo de Paleontología.

Plácido Cidade Nuvens, que pertenece a la Universidad Regional de Cariri, en la ciudad de Santana do Cariri, Ceará. Según su director, Allysson Pinheiro, el material será sometido a un proceso de selección, curación y clasificación y estará a disposición de los investigadores.

Valoración de los fósiles

Dependiendo de la belleza y calidad de la preservación, algunos [de los fósiles] podrán ser expuestos y otros incorporados a nuestra reserva técnica para investigadores de Brasil y el mundo”, explica Pinheiro a SciDev.Net.

La Cuenca Sedimentaria de Araripe comprende un área de 9 mil kilómetros cuadrados, distribuida en tres estados brasileños: Ceará, Pernambuco y Piauí. La región es conocida por la abundancia de fósiles, algunos en buen estado de conservación, como el

Ubirajara jubatus, un fósil de dinosaurio que estaba almacenado de manera irregular en un museo de Alemania y fue devuelto a Brasil en 2023.

Los fósiles de ese estado se denominan holotipos, es decir sirven de referencia para describir una especie. Son ejemplares únicos que establecen estándares para futuras identificaciones y estudios comparativos.

Ciencia y cultura

La legislación brasileña prohíbe la exploración y venta de fósiles, que se consideran parte del patrimonio de la Unión. Sin embargo, no es difícil encontrar ejemplares a la venta, principalmente en Internet.

Con unos cuantos clics conseguimos localizar anuncios de lo que sería un fósil del pez.

Rhacoleps y un helecho (Tietea singularis), ambos anunciados como provenientes de Brasil. Ambas tiendas informan que tienen como sede a los Estados Unidos.

Pero, como explica la paleontóloga Aline Ghilardi, mantener esos bienes en el territorio nacional tiene importancia científica y cultural.

En términos científicos, es muy importante que tengamos materiales encontrados en determinados territorios, no necesariamente, pero preferiblemente, conservados cerca de esos territorios, porque eso ofrece la posibilidad de que las personas de las áreas circundantes los estudien adecuadamente y tengan acceso a ese material”, afirma.

Además, según Ghilardi, ese conocimiento debe ser accesible a la población. Asegura que los fósiles tienen un vínculo directo con la cultura humana.

“En la búsqueda de explicaciones para estos objetos naturales, nacieron los mitos, leyendas, cosmovisiones y religiones, tratando de explicar el mundo”, comenta Ghilardi, profesora de la Universidad Federal de Rio Grande do Norte. Es el caso de los “peces en la piedra”, como denominan las leyendas de la región de Cariri a los fósiles.

“La extracción de estos fósiles es una violación al derecho de esos pueblos de interactuar con su propia cultura”, añade Ghiladi, quien fue una de las principales voces de la campaña de repatriación del Ubirajara jubatus a Brasil.

Actualmente se realizan esfuerzos para la repatriación del fósil del dinosaurio Irritator challengeri, considerado también un holotipo, y que está en el Museo Estatal de Historia Natural de Stuttgart, en Alemania.

Economía sostenible

Otro aspecto a tomarse en cuenta es el económico. “Producir ciencia es algo que mantiene a la economía en marcha”, afirma la paleontóloga.

Se refiere no solo a los productos científicos generados, como artículos, libros o documentales, sino también al turismo y la comercialización de productos.

Un ejemplo de exploración económica creativa y sostenible en la región de Cariri son las réplicas de fósiles, actualmente una de las fuentes de ingresos para algunos pobladores. Uno de ellos es Thierry Salú, cuya historia con el Museo de Paleontología comenzó cuando tenía 12 años y fue llamado a unirse al equipo de guías de la institución.

Desde entonces su vida profesional y personal ha estado vinculada a la riqueza de los fósiles de la región. Salú se graduó en geografía y en la actualidad, a sus 28 años, además de coordinar la parte educativa del Museo, es socio de la tienda que funciona en el local. “Entendí el poder de la paleontología para la economía local”, señala a SciDev.Net.

Un éxito de ventas, las réplicas se producen en un taller local. Además de estar basadas en las piezas originales, son fabricadas con residuos de piedra caliza laminada lo que les confiere una apariencia casi indistinguible de los fósiles reales.

Salú comenta que no es raro escuchar relatos de compradores detenidos por la seguridad de los aeropuertos y que necesitan presentar la etiqueta que indica que el artículo es una réplica.

Políticas públicas

Ismar Carvalho, paleontólogo y profesor de la Universidad Federal de Río de Janeiro, señala que en Brasil hay otras áreas que también poseen gran relevancia para la paleontología: “cerca del 80 por ciento del territorio nacional está formado por áreas sedimentarias que generalmente tienen un diversidad muy grande de fósiles”, enfatiza.

Según el paleontólogo, es importante “establecer políticas públicas que hagan posible la preservación de ese material en afloramientos, que permitan preservar algunos fósiles que son sumamente importantes, ya sea por la calidad de su conservación o por el significado que puedan tener para el registro de la historia de la vida en el Tierra”, subraya.

Por: Luiz Felipe Fernandes vía SciDev.Net América Latina y el Caribe