España.

La inteligencia emocional tiene un efecto directo y significativo en el desarrollo laboral individual del personal sanitario. Según los resultados analizados por investigadores de la Universitat Jaume I (UJI), de las más de 1500 encuestas contestadas por profesionales de la sanidad.

“Nuestro estudio señala que los profesionales de sanidad con mayor inteligencia emocional, tienen más recursos para afrontar situaciones emocionalmente exigentes, como por ejemplo, la derivada de la COVID-19. Además, hemos visto que esta inteligencia emocional nos ayuda a tener un mayor compromiso laboral, lo que a su vez repercute en un mayor rendimiento, especialmente importante en el entorno sanitario”, dijo Martín Sánchez, investigador del Departamento de Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología (UJI).

Por eso, los investigadores consideran necesario el desarrollo proactivo de las competencias emocionales del personal de salud, especialmente en contextos de alta demanda emocional.

“El estudio está publicado en la revista Journal Medicine y una de las conclusiones relevantes del estudio es la necesidad de implantar sesiones de autocura en la salud pública actual”, dijo dijo Max Sadovyy, investigador del Departamento de Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología (UJI).

Este y otros estudios forman parte del proyecto de desarrollo de un programa de alfabetización emocional orientado a la promoción de un liderazgo emocional y equipos de trabajo emocionalmente inteligentes financiado por la UJI con el apoyo de la Generalitat Valenciana y el Fondo Social Europeo.

“Otra de las principales conclusiones de este estudio se centra en la importancia que tiene crear un grupo de trabajo y de colaboración dentro de los hospitales, para poder así mejorar la inteligencia emocional, es decir, la capacidad que tiene el grupo para poder hacer que las características individuales, en este caso, la competencia que es la inteligencia emocional, se pueda mejorar. Y por último, y no menos relevante, también el rol que la inteligencia emocional ha tenido, sobre todo en situaciones como las que nos hemos enfrentado durante esta pandemia. La inteligencia emocional tal y como se ha demostrado en este estudio, nos ayuda a poder tomar buenas decisiones y en un momento en el que había un estrés mucho más, digamos, especial por las circunstancia en la que se encontraban, el hecho de contar con profesionales con alta inteligencia emocional ha hecho que estos profesionales puedan afrontar con mayores garantías una situación que no habían predicho como ha sido la COVID-19”, dijo Edgar Bresó, investigador del Departamento de Psicología Evolutiva, Educativa, Social y Metodología (UJI).

Según los investigadores la atención en salud no depende únicamente de los conocimientos del personal sanitario, sino que también es un tema de empatía y de comunicación con los pacientes. Por eso consideran que debe priorizar la mejora de la autoconfianza para realizar de forma competente las asignaciones clínicas.

Por: UJI.