Kenia. 

Kenia lanzó este sábado su primer satélite operativo de observación terrestre tras tres intentos fallidos atribuidos a las malas condiciones meteorológicas.

Denominado Taifa-1, el satélite fue lanzado al espacio a bordo de un cohete Falcon 9 de la empresa estadounidense Space-X desde la base de la Fuerza Espacial de Vandenberg, en California (Estados Unidos), recogió la prensa local.

El lanzamiento estaba previsto para el pasado lunes 10 de marzo, pero se retrasó 24 horas debido al mal tiempo.

Nuevamente, el martes y el viernes las condiciones meteorológicas volvieron a retrasar la misión.

«La misión es un hito importante», afirmaron en un comunicado conjunto el Ministerio de Defensa y la Agencia Espacial de Kenia, al señalar que contribuiría significativamente a la «incipiente economía espacial» del país.

Taifa-1 es un satélite de observación terrestre «completamente diseñado y desarrollado» por ingenieros kenianos, pero fabricado por la compañía aeroespacial búlgara Endurosat.

Su desarrollo y fabricación han tenido lugar en un plazo de dos años y por un coste de 50 millones de chelines kenianos (unos 334.500 euros).

Este satélite se utilizará para proporcionar datos sobre agricultura y seguridad alimentaria, entre otros, según indicó el comunicado.

Kenia, así como otros países el Cuerno de África, está sufriendo desde 2020 la peor sequía de los últimos 40 años.

Según la Agencia Espacial de Kenia, el Taifa-1 «está equipado con una cámara óptica que toma imágenes simultáneamente en modo multiespectral y pancromático, lo que le permite operar dentro y fuera del espectro de luz visible».

La Agencia Espacial de Kenia aspira a que este sea el primero de «una constelación de pequeños satélites de observación terrestre, con sistemas posteriores que se espera que sean de mayor capacidad».

En mayo de 2018, Kenia lanzó al espacio su primer nanosatélite experimental de fabricación propia desde el Centro Tsukuba de la Agencia Espacial de Japón en Tokio.