Ginebra.
La Amazonía brasileña y el Gran Chaco son los territorios del mundo con el mayor número de casos de la enfermedad de Chagas, que afecta a más de seis millones de personas a nivel global, la gran mayoría en América Latina. Así lo informó hoy la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por países, Argentina, Brasil y México son los países con más casos en términos absolutos, pero la prevalencia por habitante es mayor en Bolivia.
La OMS conmemora hoy el Día Mundial de la Enfermedad del Chagas, enfermedad tropical y ampliamente desatendida, que cada año contraen más de 30.000 personas a través del parásito Trypanosoma cruzi y cuyos síntomas pueden presentarse meses y hasta años después de la infección.
En ciertos casos, no aparecen síntomas y la víctima muere súbitamente por arritmia u otras insuficiencias cardíacas. En total, 12.000 personas mueren al año por esta dolencia, pero el riesgo de infección es considerable para 75 millones de personas en el planeta.
De los países afectados, la mayoría (21) está en América Latina.
«Una enfermedad silenciada»
El chagas es una enfermedad que por muchos años se ha rodeado de estereotipos, lo que hace creer que sólo está presente en el campo, que es una enfermedad eminentemente latinoamericana o que sólo afecta a los grupos más desfavorecidos. Es esto lo que la convierte en un problema de salud pública silenciado.
El médico hispano-brasileño Pedro Albajar Viñas, responsable de control de chagas en la OMS, explicó que el chagas «se ha urbanizado» en las últimas décadas, lo que provoca que la transmisión materno-infantil haya adquirido importancia frente a otras formas más tradicionales de contagio.
Respecto a su extensión más allá de Sudamérica, los expertos alertan que los movimientos migratorios de la región hacia países de América del Norte y Europa están cambiando el escenario de transmisión del parásito, con casos en España, Portugal, Francia, Estados Unidos o Canadá, así como pequeños brotes en algunos puntos de África, Asia, Oriente Medio y Oceanía.
Para el doctor Albajar, el cambio climático es otro factor que puede estar favoreciendo a que la enfermedad se extienda, ya que aumenta las áreas en las que pueden sobrevivir los parásitos.
Sin vacunas ni tratamientos para los enfermos avanzados
Actualmente, el chagas se puede tratar con medicamentos en la primera fase de su desarrollo, pero la eficacia de éstos disminuye a medida que avanza la enfermedad.
De momento, no se ha aprobado ninguna vacuna contra la infección, y las recomendaciones de la OMS para su prevención pasan por el uso de insecticidas en el interior de los hogares y por la mejora de las condiciones y de la higiene de las viviendas.
El protozoo que causa la enfermedad de chagas llega a los humanos a través de las heces y la orina de los triatominos, unos pequeños insectos que habitan en las grietas de las casas y pican a las personas por la noche, defecando cerca de las heridas que dejan.
La comezón que causan estas picaduras provoca que, al rascarse, los parásitos entren en el cuerpo de las personas afectadas.
Además, la enfermedad de chagas también puede transmitirse a través de alimentos contaminados, por transfusiones de sangre y de madres a hijos durante el embarazo y el parto.