Colombia.
Cansados de estar en guerra, los animales de Tamalameque deciden organizarse para hablar sobre paz a la hora del cuento. Un espacio donde a los niños se les invita por medio de la lectura en voz alta, a reflexionar sobre un país sin guerra y a familiarizarse y a entender las problemáticas de Colombia.
“Yo creo que un espacio como este es para primero reconocer que hay realidades, que, aunque sean ajenas a los niños de todas maneras los interpela. De todas maneras, digamos que convocarlos a que les hablen sobre estos temas la violencia, la injusticia, la pobreza, el acaparamiento de las tierras, por ejemplo”, Alejandra Cortés, mediadora de la lectura.
Entre cantos, juegos diferentes, emociones y mundos mágicos, los niños dialogan y analizan diferentes situaciones de la vida cotidiana, aportando a una construcción de un mejor país y creando sus propias convicciones, sistema de creencias y moralejas.
“Esos espacios son importantes también, porque pueden mejorar las relaciones familiares. Esto aporta a la construcción de paz en el país. Tienen diferentes temáticas. La temática de hoy era la paz, la construcción de la paz. Eso ayuda a que los niños tengan ideas para mejorar el país”; dijo Ángela Roa.
La lectura en voz alta va más allá de la historia relatada. La interacción entre padres, organizadores e hijos permite que se dé un espacio donde los niños pueden pensar y discutir en cómo se imaginan el país.
Por: Directo Bogotá.
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