Francia.

Creado en 1994 en Japón, el código QR es un código de barras mejorado, mientras que este último solo tiene barras negras de diferentes anchos que representan un carácter, el código QR puede contener mucha más información, con un máximo de 7089 carácteres digitales o 4296 carácteres alfanuméricos, según su tamaño.

El código QR es un cuadrado blanco, lleno de módulos negros, que representan un valor binario, cero para blanco y uno para negro. Varias marcas de referencia permiten decodificarlo, comenzando por los tres cuadrados de las esquinas, que proporcionan la dirección de la lectura al distinguir la izquierda de la derecha y la parte superior de la inferior.

El módulo de alineación permite al lector verificar la alineación de los datos y determinar la dimensión del código QR para finalizar la decodificación. Dos líneas de puntos permiten identificar la dimensión del código.

El código QR tiene un algoritmo de corrección de errores, que le permite reconstruir datos dañados. Esta recuperación varía del 7 al 30 %, dependiendo del caso. Un margen es indispensable ya que permite al lector distinguir entre el código y lo que lo rodea.

El código QR se lee mediante un scanner, como un teléfono inteligente equipado con un lector de código QR. Enlaces a internet, validación de pasajes o claves de acceso a wifi, los usos de los códigos QR son infinitos.

En el comercio, el código QR permite conocer el precio de un producto, su número de lote de fabricación o su trazabilidad, así como datos ambientales y sanitarios.