Madrid. 

El águila imperial ibérica, especie emblemática de la fauna española, se recupera en la península ibérica con 841 parejas reproductoras, lo que supone un incremento de más del 50 por ciento de la población en los últimos años.

Entre 2021 y 2022 se censaron un mínimo de 841 parejas de esta especie, 821 en España y 20 estimadas en Portugal, es decir, un aumento del 53 por ciento de la población desde 2017, año en el que se recopiló un censo coordinado a nivel ibérico.

Este es el resultado del seguimiento y estudio de conservación del grupo de trabajo del águila imperial ibérica, integrado por representantes de administraciones ambientales de España y Portugal y que cuenta con el asesoramiento de expertos y entidades especializadas, de la única rapaz endémica de la península ibérica.

La especie se sigue distribuyendo por cinco comunidades autónomas, Castilla-La Mancha, Castilla y León, Andalucía, Comunidad de Madrid y Extremadura, y el número de provincias con presencia de territorios se ha incrementado hasta las 21 (a partir de 2018, Granada, Cuenca y Palencia ya albergan parejas reproductoras de la especie).

Comunidades 

Castilla-La Mancha es la comunidad con mayor número de parejas reproductoras; en 2022 se censaron 396 territorios de águila imperial ibérica, lo que supone el 47 % del total en España, principalmente en el valle del Tajo, entorno de Sierra Morena y comarca de Campo de Montiel, logrando un aumento relevante de parejas y de ejemplares dispersantes en el territorio castellano-manchego.

Según el citado estudio, Toledo se revela como la “provincia clave” para esta especie, con 212 territorios contabilizados.

En Andalucía se ha producido un incremento muy importante de parejas, desde las 70 registradas en 2011 a las 136 de 2022, con una “notable ampliación” del área de asentamiento de esta rapaz, que ha alcanzado en los últimos años las sierras Sub-béticas y la provincia de Granada.

Castilla y León cuenta con 131 parejas en clara tendencia expansiva, principalmente hacia el norte de la región, mientras que la Comunidad de Madrid también acoge una elevada densidad de águilas imperiales, sumando 83 parejas en 2022 (en 2008 eran 30).

En Extremadura también aumenta la población de esta ave, aunque a un ritmo menor, con un total de 75 parejas en 2022.
Por su parte, Portugal ha informado de un mínimo de 17 parejas en su territorio, estimándose la presencia posible de 20, principalmente distribuidas por la región del Alentejo y en áreas limítrofes con Extremadura.

Recuperación de la especie 

La población reproductora del águila imperial ibérica ha mostrado una tendencia al alza desde que comenzaron los trabajos de seguimiento y conservación, tras la protección de la especie y su inclusión en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.

El primer censo nacional de la especie, realizado en 1974 por Jesús Garzón, contabilizó únicamente 39 parejas; Catorce años después de ese primer censo ya se superaba el centenar de parejas (104) y la población siguió creciendo, a una tasa promedio del 6% anual para llegar a las 841 del año 2022.

En 2023 se prevé actualizar un nuevo censo completo, que permita confirmar la tendencia creciente de la especie.

Los trabajos de adecuación de las características técnicas de los apoyos de líneas eléctricas peligrosas así como la prevención y persecución del uso ilegal de cebos envenenados han sido fundamentales para mejorar la supervivencia de la especie.

No obstante, existen otras amenazas que siguen afectando a la especie: entre ellas, la persecución directa con métodos ilícitos (disparos, por ejemplo), la intoxicación por ingesta de presas con altos niveles de metales pesados (plomo principalmente) y, el desarrollo de infraestructuras que puedan afectar negativamente a esta recuperación.