San José, Costa Rica.

Costa Rica desarrollará un proyecto de generación eléctrica a partir de desechos sólidos no valorizables como cáscaras, hojas, llantas, estereofón y papel higiénico, y que es el primero en su tipo en Centroamérica, informaron este jueves los promotores.

La Cooperativa de Electrificación Rural de Guanacaste (Coopeguanacaste) explicó este jueves que trabaja en su séptimo proyecto de generación propia de electricidad, con la construcción de una planta de biomasa para el beneficio de 18.000 hogares en la provincia de Guanacaste (oeste), con una inversión de 40 millones de dólares.

En promedio, se prevé que la planta reciba 150 toneladas diarias de desechos sólidos ordinarios, los cuales permitirán generar entre 7,7 y 9 megavatios por hora (MWh) a partir de un proceso conocido como gasificación pirolítica.

“Para producir energía de la biomasa los desechos ingresan a un horno de entre 1.200 y 1.500 grados. Por medio de la gasificación se transforma en vapor. En un ciclo cerrado, ese vapor ingresa a elevadas presiones a una turbina donde se genera energía mecánica en movimiento y se transforma en energía eléctrica a través de un generador”, explicó el gerente de generación y proyectos de Coopeguanacaste, Erick Herra.

La forma en la que esa electricidad llega a las casas se da luego de pasar por el transformador de potencia e interconectarse con el sistema de distribución de energía eléctrica de la cooperativa.

Sus ventajas

Durante su construcción, que iniciará en octubre de 2023, se generarán 200 empleos, y cuando la planta entre en operación se abrirán 40 puestos de trabajo. En esa fase de funcionamiento, dicha energía abastecerá a 18.000 hogares en Filadelfia a partir de 2025.

Según explicaron las autoridades, la energía de la biomasa presenta un abanico de ventajas, sobre todo para el cuidado del medioambiente. Una de ellas es que es una fuente renovable y abundante, ya que siempre existen residuos no valorizables.

A su vez, este método es poco contaminante, reduce la dependencia de la energía producida con combustibles fósiles, mejora la calidad del aire y por ende disminuye los efectos del cambio climático.

Además, durante el proceso de gasificación pirolítica se genera un residuo inerte al cual se le dará un segundo uso al utilizarse para fabricar adoquines para calles, mientras que la planta incrementará la vida útil de los rellenos sanitarios de los municipios de Liberia, Nicoya, Carrillo y Hojancha, en la provincia de Guanacaste.

«Desde el 2008 nos enfocamos en contribuir con el país en reducir la huella de carbono y en cumplir con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), pero más allá de eso, buscamos ofrecer una tarifa eléctrica más competitiva«, manifestó el gerente general de Coopeguanacaste, Miguel Gómez.