México.
Hace tres años, Karla decidió alquilar su vientre de manera altruista y también para obtener dinero. Ahora trabaja como cuidadora en la agencia que la enlazó con un padre francés.
Ella acompaña el embarazo de las que están de subrogadas: la mayoría madres solteras con acuciantes necesidades económicas.
“Quiero ayudar a esa persona, pero yo sé que ayudando a esa persona voy a tener una compensación económica para darle estudios a mis hijos o para tener donde vivir”, compartió Karla sobre una generalidad que viven las subrogadas.
La pobreza es uno de los factores para que México, junto a Georgia, sea uno de los destinos más escogidos por parejas europeas para la gestación subrogada, el otro: la nula regulación sobre la materia, como reconoce Ana María Moreno la abogada en México de Surrogacy Love, quien procesa 50 nacimientos al año.
“En México no tenemos un código o una ley que regule en específico ‘Ley de Maternidad Subrogada’, pero eso no significa que no se pueda hacer”, comentó la abogada.
Una de las cuestiones que se cuestionan es qué ocurría si la gestante quiere quedarse con el bebé y, ¿cuál es el miedo de las gestantes? ¿Tengo seguro médico? ¿Cómo van a ser las consultas?
Tan solo Sinaloa y Tabasco tienen leyes específicas, pese a que en junio de 2021 la Suprema Corte emitió una resolución que llamaba a legislar a nivel estatal. La falta de normas abre un espacio gris para abusos. Incluso hay páginas para reclutar mujeres de manera informal.
Por desesperación, muchas se exponen a muchos tipos de engaños de agencias e intermediarios. Así lo contó un español que junto a su pareja lleva un tiempo buscando un vientre de alquiler.
“En un grupo de WhatsApp en el que estoy conozco gente que lo hace de manera privada. Entonces te ahorras todos los trámites. Simplemente tienes que ir a comprar óvulos, haces el trato con la chica. A partir de 10 mil dólares ya lo puedes hacer”.
Para muchas mujeres y también para una corriente del feminismo, este negocio es una explotación del cuerpo de la mujer; sin embargo, la abogada Verónica Esparza, advierte que la prohibición sólo llevará al aumento de la clandestinidad.
“Seguirá habiendo este tipo de acuerdos, solo que no habría vías legales para que las gestantes, ante una eventualidad o un riesgo que las ponga en mayor vulnerabilidad, puedan exigir algún tipo de reparación”, expresó la abogada Verónica Esparza.
Una mayor protección para gestantes subrogadas: una tarea pendiente en México.
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