Francia.

El fenómeno meteorológico conocido como gota fría puede causar lluvias torrenciales. Se forma al nivel de la corriente en chorro, en la parte alta de la atmósfera, donde se encuentran los frentes de aire frío y cálido. Cuando la corriente en chorro se deforma, una bolsa de aire frío puede separarse de la masa fría principal y terminar encima del aire cálido.

Esta gota fría se mueve muy lentamente y puede permanecer en el mismo lugar durante días. La diferencia de temperatura entre las dos masas de aire produce una gran inestabilidad. La humedad en el aire se condensa al entrar en contacto con el aire cálido y la gota fría. Se pueden formar grandes nubes de tormenta llamadas cumulonimbus y producir lluvias torrenciales. Aunque el fenómeno puede ocurrir en cualquier lugar del mundo, es frecuente en la zona del Mediterráneo porque el aire sobre el mar suele ser muy húmedo.

El cambio climático empeora este tipo de fenómeno porque calienta la temperatura del aire y de la superficie del mar, lo que retiene más humedad y produce lluvias más fuertes. Sin embargo, la gota fría difiere de las tormentas mediterráneas que se producen cuando el viento lleva el aire cálido del Mediterráneo hacia la costa. Cuando se eleva, este aire choca con la masa continental fría, se condensa y produce violentas tormentas.