EE. UU.

Los robots atraen todas las miradas en el Consumer Electronics Show (CES) de las Vegas, la feria tecnológica más grande del mundo. Como ejemplo, un brazo robótico que capta y reacciona a los movimientos del ser humano. Los expositores dicen que de eso se trata, de que los robots y la inteligencia artificial trabajen en armonía con los humanos, tocando juntos la batería, por ejemplo. O en otras tareas, no tan divertidas, como recolectar y clasificar manzanas.

Aunque el brazo robótico que hace este trabajo puede adaptarse para hacer prácticamente cualquier cosa. Resulta inquietante cuando se piensa la cantidad de trabajos que puede hacer desaparecer.

La cuestión es ¿dónde está el límite entre robots y humanos? “Los robots industriales no deberían estar junto a los humanos. Los robots colaborativos tienen un sensor, de tal forma que cuando se toca el robot, este se detiene automáticamente”, dijo Dayoun Kim, directora general adjunta de Doosan Robotics.

Y para mucha gente esto es un alivio. Los fabricantes de tecnología tratan de convencer de que no hay nada que temer.

“Eso nos viene de la ciencia ficción. Hemos sido programados como humanos para ver películas de ciencia ficción y pensar que cualquier cosa con piernas puede ser una amenaza. Es interesante que no se vean con la misma perspectiva los robots con ruedas, es algo en relación con las piernas lo que hace que nuestro cerebro humano piense que va a ser una amenaza. Y no es así. La primera reacción de algunas personas es pensar: eso es un poco espeluznante. Pero la realidad es que es como un coche teledirigido, con operadores amistosos detrás”, afirmó Roger Hebert, de Boston Dynamics.

También se puede programar una barrera en el programa para que se detenga. Se puede limitar el espacio del robot, de tal forma que ese robot pueda convivir con los humanos. Sin darse cuenta, los robots ya forman parte de nuestra vida cotidiana, responden a órdenes, pero la inteligencia artificial también les permite aprender, evolucionar. Y eso no es ciencia ficción.

Por: Euronews.