Beijing, China

Investigadores chinos descubrieron que las actividades humanas han sido un factor de influencia dominante en las tormentas de polvo asiáticas desde hace al menos 2.000 años.

El equipo recolectó en 2009 muestras de un lago de montaña en la provincia de Shanxi, en el norte de China, de acuerdo con un estudio recién publicado en la revista Nature Communications.

El lago se ubica en la meseta china de Loess, un lugar ideal para estudiar las relaciones entre una tormenta de polvo asiática y las actividades humanas, explicó Liu Jianbao, miembro del Instituto de Investigación de la Meseta Tibetana de la Academia de Ciencias de China y coautor de la publicación.

Al extraer los remanentes de las tormentas de polvo de los sedimentos del lago, los investigadores reconstruyeron la historia de este fenómeno natural en Asia durante los últimos 2.000 años.

Los resultados mostraron que los aumentos en la tormentas de polvo coincidieron con crecimientos de la población durante períodos de monzones asiáticos fuertes. Por el contrario, la reducción de la actividad de tormentas de polvo correspondieron con una disminución de la población.

El fortalecimiento del monzón asiático facilitó el desarrollo de las civilizaciones chinas, desestabilizando la capa superior del suelo y aumentando así la frecuencia de tormentas de polvo.

Esto indica que las actividades humanas, al menos desde hace 2.000 años, comenzaron a superar la variabilidad climática natural como los controles dominantes de la actividad de tormentas de polvo en el este de China.

Se espera que los hallazgos brinden apoyo científico para la formulación de políticas para regular las actividades humanas y la forestación en regiones áridas y semiáridas del norte de China.

Por Xinhua