México.

Alguna vez te has preguntado: ¿cómo tu estómago convierte los alimentos en la energía que necesitas para mantenerte activo? Es mediante el proceso de digestión que inicia desde el primer momento en el que masticas tus alimentos, los cuales son meticulosamente revueltos y triturados por este órgano muscular.

Científicos del Instituto de Ciencias Aplicadas y Tecnología de la UNAM han logrado comprender y estudiar esta función más a detalle, por medio de un estómago artificial que fusiona la ciencia con la tecnología

Este dispositivo permite llevar a cabo estudios de desintegración de alimentos, productos nutricionales y cómo se disuelve un medicamento en el estómago”, dijo Gabriel Ascanio, ICAT.

A través de este simulador, con forma de J, podemos conocer el tiempo estimado de desintegración. Cuando se trata de alimentos sólidos, el estómago artificial lo tritura durante aproximadamente dos horas y en el caso de los medicamentos dura aproximadamente 30 minutos.

Este análisis tiene como propósito brindar información a las farmacéuticas para crear medicamentos que puedan acelerar el desarrollo de tratamientos más efectivos y personalizados

“Esta es una información muy útil para la industria de alimentos y también para la industria farmacéutica, para saber si los medicamentos que nosotros ingerimos se van a disolver en el tiempo que especifican las normas internacionales”, relató Ascanio

¿Cuál es su estructura y cuál es el proceso por el que funciona este dispositivo? 

“Básicamente, estamos reproduciendo la parte baja del estómago que se llama estómago distal, donde se lleva a cabo la desintegración del alimento y la mezcla de los alimentos con los ácidos gástricos. El simulador está hecho a base de dos cámaras que tratan de simular el pedestal, es decir, generar los flujos y las presiones. Entonces, una cámara se presuriza mientras la otra se relaja y viceversa para generar esa estimulación de flujos. Y lo más importante es generar los gradientes de presión, esas presiones que son similares a las del estómago y que son tan bajas como 20 milímetros de mercurio”, comentó Alberto Caballero de ICAT.

El estómago artificial es una innovación importante en el campo de la biomedicina universitaria, al imitar con precisión las funciones digestivas y metabólicas. Este simulador ofrece nuevas oportunidades para el tratamiento médico y la investigación científica. Asimismo, abre la posibilidad de replicar y estudiar más órganos complejos, como el intestino delgado, que será el próximo avance científico delicado y que permitirá analizar con precisión la simulación de nutrientes en el cuerpo humano.

Por: TV UNAM.