En Ciudad del Cabo, los paramédicos deben usar chalecos antibalas para trabajar

Ciudad del Cabo.

En la “zona roja” de Ciudad del Cabo, los paramédicos sólo pueden trabajar escoltados por la policía. En lo que va del año, al menos 50 ambulancias han sido atacadas. Existen diferentes bandas que son rivales, cargan armas de fuego y si quieren disparar y los paramédicos o cualquier otra persona están en medio, igualmente lo hacen.

Los paramédicos pueden esperar hasta una hora en la estación de policía. Una llamada de emergencia: un hombre con disparos en la cabeza, por lo que piden a todos que se coloquen chalecos antibalas porque no saben lo que pueda ocurrir al llegar.

El tiroteo tuvo lugar en el centro del suburbio. El joven no sobrevivió. El paramédico, Carne Bender, se encarga de los trámites y durante su turno, firma varias actas de defunción en las que las víctimas suelen catalogarse como presuntos homicidios.

Las bandas luchan por el control de las drogas y el poder. En ese lugar, los niños son particularmente vulnerables al ser reclutados dado el alto desempleo y la falta de oportunidades. Bender explicó, que la sensibilidad se pierde porque suelen estar expuestos a traumas por las muertes diarias y que solo cuando se trata de niños, aparece la parte sensible porque ellos no eligen estar en esos ambientes.

La violencia en las “zonas rojas” afecta a todos, no solo a las víctimas de las bandas. Si la policía no está disponible para escoltar a los paramédicos, los pacientes no tienen otra opción más que esperar.

Por: Deutsche Welle.

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