Brasilia, Brasil.

El director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, clausuró una conferencia sobre el futuro del español y el portugués con una reflexión sobre el desafío que las nuevas tecnologías le plantean a las lenguas.

Muñoz Machado, de forma telemática, intervino este viernes en la clausura de la Conferencia Internacional de las Lenguas Portuguesa y Española (CILPE), celebrada por primera vez en 2019 en Lisboa y que esta semana ha tenido en Brasilia su segunda edición.

El director de la RAE abordó el futuro de ambos idiomas desde la perspectiva del español, una lengua en la que dijo que se comunican unos «590 millones de personas» y que tiene unos 400 millones de hablantes nativos.

«En el mundo, el español tiene mucha fortaleza en Hispanoamérica» y una «creciente presencia en Estados Unidos», pero poca en África y otros continentes, en los que es «insignificante», explicó.

Muñoz Machado admitió que, si bien el español está muy presente en redes sociales, por el número de hablantes que hay en el mundo, tiene «poca significación en la comunicación científica», que a nivel global ha adoptado el inglés, así como en el mundo de la política internacional, también dominado por esa lengua.

«Los estudiantes de español se imponen como una firme tendencia en el mundo, pero aún están lejísimos de las personas que estudian inglés», un fenómeno que se agudiza con la «explosión» de internet, reconoció.

«No es de esperarse que se desplace al inglés como la lengua de comunicación científica o política», admitió Muñoz Machado, pero sí subrayó la importancia de mantener la «unidad lingüística» que caracteriza el español en la virtualidad que se impone ahora.

En ese sentido, explicó que la RAE ha comenzado a trabajar con «grandes empresas tecnológicas» en el desarrollo de proyectos que garanticen que «el español que hablan las personas no sea diferente del que hablan las máquinas» y que «no se rompa la unidad» que se ha logrado entre en el idioma hablado en España y América Latina.

Adelantó que, aun en ese marco virtual, la RAE pretende mantener una función de «verificación y calidad» de la lengua, «un papel que se parece mucho a la función reguladora que ha ejercido desde su nacimiento», en 1713, desde cuando ha incorporado progresivamente vocablos americanos y también de las más diversas lenguas indígenas.

Según datos presentados durante la conferencia, los hablantes de español y portugués suman en conjunto unos 850 millones, que tienen una mayor presencia en América, África y Europa.

De acuerdo con proyecciones de las Naciones Unidas, los hablantes de las dos lenguas de la comunidad iberoamericana llegarán a 1.200 millones a mediados del siglo XXI, dato que fortalece el potencial del español y el portugués tanto en lo cultural como lo económico.

En el evento, inaugurado el pasado miércoles, participó también el director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, quien coincidió con todos los otros ponentes en que «el español y el portugués son lenguas hermanas, unidas por su origen y la historia», y que por esa misma razón deben buscar una «proyección» conjunta.

Sin embargo, apuntó que, a pesar de esa proximidad, es necesario apoyar con más énfasis todas las iniciativas que busquen promover un mayor «conocimiento mutuo» entre el español y el portugués, tanto en lo lingüístico como en todos los aspectos de la cultura.

«Debemos fomentar el conocimiento mutuo de nuestras culturas en la educación primaria y secundaria», pues «como hay tanta semejanza» entre ambas lenguas, «hay mucha gente que da por sentado que conoce el otro idioma, no se dedica a estudiar y prefiere antes aprender inglés o francés», observó García Montero.

La conferencia fue organizada por la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI), en conjunto con la Comunidad de Países de Lengua Portuguesa (CPLP), la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), el Instituto de la Lengua Portuguesa (IILP), el Instituto Camões y el Instituto Cervantes.

Por: EFE.