México.

Xochimilco es una de las áreas naturales más importantes en la Ciudad de México por la práctica de la chinampería y alta biodiversidad de especies. Por ello, el laboratorio de restauración ecológica del Instituto de Biología de la UNAM ha impulsado la investigación de proyectos como Chinampa-Refugio, el cual busca la reactivación de las prácticas agrícolas y conservación de especies de esta región.

A través de acompañamientos a los chinamperos y la creación de filtros para el agua, el proyecto Chinampa-Refugio ha tenido beneficios tangibles, como la rehabilitación de 40 chinampas y la generación de 36 refugios para ajolotes.

«Estos resultados han permitido desarrollar otros proyectos paralelos. Uno de ellos es el de adoptar una ajolote que es una campaña de recaudación de fondos en la que buscamos dos cosas, la primera y más importante de la educación ambiental y la concientización de la ciudadanía y el segundo pues la recaudación de estos fondos para continuar con el trabajo que nosotros hacemos aquí en la universidad”, explicó Diana Laura Vázquez del Instituto de Biología de la UNAM.

Dichos fondos son destinados al laboratorio del Instituto de Biología de la UNAM, donde tienen una colonia de 120 ajolotes, los cuales se buscan reintroducir a su hábitat.  “A partir de un donativo que es una adopción virtual, las personas pueden recibir información acerca del proyecto y pueden adoptar un ajolote o una Chinampa-Refugio y ayudarnos a que continuemos con el trabajo”, agregó Diana Laura.

Por su parte, el proyecto etiqueta chinampera busca avalar la calidad de los productos de este sistema de cultivo, como frutas, verduras y flores. Este tipo de prácticas contribuyen en crear conciencia sobre el cuidado de Xochimilco y su biodiversidad.

“Cuidar Xochimilco nos compete a todos específicamente a quienes vivimos aquí en la Ciudad de México al ser un ecosistema, un socio ecosistema que provee de servicios ambientales a todos quienes habitamos en la ciudad y además las prácticas pues tienen un valor agregado desde la reactivación de una práctica ancestral como esta y la conservación de la biodiversidad”, concluyó.

Por: TV UNAM.