Chile.

Un grupo de científicos en Chile creó un dispositivo que mide el dióxido de carbono (CO2) para evaluar y advertir el riesgo de contagio de la COVID-19 en espacios cerrados.

«Un factor importante en la transmisión del virus es a través del aire, o sea, a través de lo que se llaman aerosoles, que son partículas muy pequeñas de agua, pero que pueden flotar en el aire por largas distancias», detalló Ricardo Finger, investigador del Centro de Excelencia en Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA) de la Universidad de Chile.

El investigador precisó que este dispositivo es un indicador objetivo de la calidad de aire que utiliza sensores de infrarrojo, tecnología «muy precisa» para medir el CO2. Cuando el dispositivo registra que la concentración de CO2 supera un umbral de 700 partículas por millón, se activa una señal de alarma, señaló Finger.

Profundizó que, posteriormente, cuando comiencen a crear grandes cantidades de datos con el uso del dispositivo, esperan hacer predicciones y poder entender mejor el comportamiento del virus a través del análisis de dichos datos. El dispositivo se creó motivado por estudios que afirman que la propagación de la COVID-19 ocurre principalmente a través del aire, por medio de los aerosoles respiratorios emitidos por las personas.

Por: XINHUA.