México.
En México, los chapulines o saltamontes tienen gran valor. Mientras los aztecas los adoraban porque según la leyenda, alertaban de incendios, ahora representan una posibilidad de combatir la desnutrición infantil.
Estos insectos ya eran consumidos en la época prehispánica al igual que las hormigas o gusanos, pero la costumbre se diluyó tras la conquista española. Sin embargo, aún se venden chapulines en las calles o en restaurantes como aperitivos.
“Muchas de las poblaciones mesoamericanas tenían una dieta impresionante o sea mucho mejor de la que tiene México ahorita. México ahorita es un caos en esta onda de los hábitos alimenticios”, dijo René Cerritos, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México.
En Ciudad de México, Cerritos desarrolla un proyecto para introducir los insectos en la dieta de niños del poblado de Tlaltizapán en el estado de Morelos. Junto a su colega del Instituto Politécnico Nacional, elabora galletas de harina preparada con estos insectos, miel y amaranto.
“Tiene una alta cantidad de proteína y tiene muy pocas grasas, muy pocas grasas saturadas y tiene también muy pocos carbohidratos sencillos. Entonces es como un súper alimento”, explicó Cerritos.
Estas propiedades nutricionales están documentadas en estudios de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura. A los menores les hicieron pruebas antes y después de comerlas para medir sus niveles de nutrición.
Durante 5 semanas recibieron una galleta diaria, aunque los resultados aún no están listos, sus familiares percibieron efectos positivos de inmediato.
“Desde el primer día que empezaron a comer las galletas ellos son más atentos, comen bien, les sirve hasta para el estreñimiento y son muy buenas”, dijo Paula Rodríguez, abuela de niños del programa de nutrición.
Las envolturas también tienen una función impresas con juegos o adivinanzas, el objetivo es que el gobierno distribuya a las galletas entre menores de zonas marginadas y que la población en general incorpore el consumo regular de insectos para reducir enfermedades como hipertensión, diabetes y cáncer asociadas en algunos casos a la mala alimentación.
“Es una apertura para que los papás conozcan que a lo mejor por cosas naturales que se pueden consumir como los chapulines, van a tener una alta mejora en su nutrición”, dijo Nely Hernández, enfermera en el Centro Pediátrico de Tlaltizapán.
Según un informe de 2021 de la ONU, en México el 12,5% de los menores de 5 años tienen retraso de crecimiento, 6,8% sobrepeso y 1,7% bajo peso. Los niños en ese rango de edad representan un 8% de los 126 millones de habitantes.
“La desnutrición es muy notoria, pero también tenemos el punto de la obesidad. Entonces sí hay una malnutrición y estamos abarcando las dos partes en este municipio”, concluyó Nely.
El experimento se repetirá en enero en otra comunidad vecina Tlaltizapán.
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