Estados Unidos.

 

 

El cambio climático creó el escenario para los devastadores incendios forestales de Los Ángeles, con menos lluvias, vegetación seca y la suma de poderosos vientos con condiciones de sequía inflamables, según un análisis de expertos publicado el martes.

El estudio concluye que las condiciones proclives a incendios fueron aproximadamente un 35% más probables debido al calentamieto global, causado por el uso de combustibles fósiles.

«El cambio climático ha aumentado el riesgo de devastadores incendios forestales en Los Ángeles», aseguró Clair Barnes del Colegio Imperial de Londres, autora líder del estudio de World Weather Attribution (WWA), una red de colaboración académica internacional.

«Las condiciones de sequía están avanzando cada vez más hacia el invierno, aumentando la posibilidad del surgimiento de incendios durante los fuertes vientos de Santa Ana, que pueden transformar incendios pequeños en infiernos letales«, agregó.

«Sin una trancisión más rápida de los combustibles fósiles que calientan el planeta, California seguirá haciéndose más cálida, seca y más inflamable», afirmó.

 

Resultados

 

El estudio no aborda las causas directas de los incendios forestales, que irrumpieron alrededor de Los Ángeles el 7 de enero matando al menos a 29 personas y destruyendo más de mil residencias, el más destructivo en la historia de la ciudad.

En cambio, los investigadores de WWA analizaron datos y modelos climáticos para evaluar cómo dichos eventos han evolucionado en las condiciones climáticas actuales, de aproximadamente 1,3º C por encima de los niveles de temperatura preindustrial.

El estudio advierte que, en las condiciones actuales, en las que el calentamiento global alcanzará los 2,6 °C para 2100, habrá un 35% más de probabilidades de que se produzcan incendios similares en enero.

Históricamente, la temporada de incendios forestales llegaba a su fin con las lluvias de octubre a diciembre, pero estas lluvias se han reducido en las últimas décadas.

El estudio muestra que la escasez de precipitaciones en esos meses es ahora 2,4 veces más probable en las condiciones neutrales de la época del fenómeno de El Niño, llevando a condiciones más inflamables y secas que persisten en el pico de la temporada de vientos de Santa Ana, entre diciembre y enero.