Lisboa, Portugal.
Un equipo de 11 investigadores liderará en febrero la primera expedición científica portuguesa que explorará en un velero la península Antártica para analizar el impacto del cambio climático en el territorio.
El bajo coste del viaje (cerca de 150.000 euros, sin contar los salarios de los investigadores y algunos equipos), la huella de carbono y la facilidad para llegar a regiones de difícil acceso, están entre las principales razones para optar por este tipo de transporte.
Se prevé que la expedición, bautizada como Coastantar 2024, comience el 5 de febrero desde la isla Rey Jorge (islas Shetland del Sur, Antártida) y que dure 15 días.
En el barco, de solo 24 metros de eslora, viajarán los 11 investigadores -entre ellos una española y un chileno-, una realizadora de vídeo y cuatro tripulantes.
Durante la presentación al público este viernes, el coordinador científico de la expedición, Gonçalo Vieira, resaltó que, gracias al velero, van a tener acceso a áreas «imposibles» para embarcaciones de mayor tamaño, aunque matizó que no está garantizado que las condiciones permitan trabajar todos los días, ya que es una zona de meteorología adversa y con un «cuadro geotectónico complejo».
Esta iniciativa multidisciplinar, impulsada por el Programa Polar Portugués y el Colegio de Ciencias Polares y de Ambientes Extremos de la Universidad de Lisboa, abarca 10 proyectos científicos, que estudiarán factores marítimos y terrestres de la región, como el zooplácton, las costras biológicas del suelo, el permafrost o la arquitectura sostenible, entre otros.
Además, los expertos, provenientes de las universidades lusas de Lisboa, Algarve y Coimbra, la Universidad Autónoma de Madrid (España) y la Pontificia Universidad Católica de Chile, han buscado puntos en común entre sí para desarrollar un undécimo trabajo que sea colaborativo y a mayor escala.
Vieira dijo que han seleccionado proyectos en una convocatoria nacional que fue competitiva y que tomaron en cuenta que fueran novedosos.
La península Antártica es la región más cálida del continente helado y «la más sensible al cambio climático», indicó Vieira, quien destacó que, así como los cambios en la Antártida pueden tardar años en mostrarse en el resto del globo, como la subida del nivel del mar, el impacto de lo que ocurre en otras partes del mundo sí que es rápido en esa península.
«Lo que está pasando ahí es un reflejo de todo lo que hemos estado haciendo en las últimas décadas en el hemisferio norte, principalmente», aclaró el geógrafo.
En ese sentido, la directora ejecutiva de la agencia científica lusa Ciencia Viva, Ana Noronha, señaló durante la presentación la importancia de investigar la península Antártica, porque esta es «el canario en la mina del cambio climático».
El proyecto ha sido cofinanciado por la Fundación lusa para la Ciencia y la Tecnología y por la Universidad de Lisboa, además de contar con la colaboración logística del Comité Polar Español y del Instituto Antártico Chileno.
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