Panamá.

Las tortugas están listas para ser liberadas en el mar de Punta Chame, una playa en el Pacífico panameño. Sofía y su madre Pilar son voluntarias del vivero Tortu Banks, donde protegen los nidos de Tortuga Lora o Golfina. Los voluntarios observan a las tortugas desde que anidan, entre mediados de año y hasta finales de agosto.

“Dependiendo en donde la tortuga puso los huevos, si está seguro o no, entonces es cuando se reubica. Si la tortuga pone al nido en un lugar donde no está corriendo peligro, la marea no le va a hacer ningún tipo de daño. Se deja completamente in situ y no se toca”, explicó Sofía Bistrain.

La tortuga Lora se encuentra en condición vulnerable, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza. Sólo una de cada mil llega a adulta, de acuerdo con cifras de la ONG Fondo Mundial para la Naturaleza. En ocasiones son capturadas de manera accidental durante la pesca, aunque también se comercializan sus huevos, carne o caparazón.

El propósito es crear conciencia y trasladar los nidos que llega la tortuga a la playa, trasladarnos al vivero para poder protegernos de los depredadores naturales. Es muy común aquí en el pueblo, que las personas vengan en la noche a excavar los nidos para comerse los huevos o venderlos. Es el motivo de que son puestos dentro del vivero para su propia protección”, dijo Pilar Crespo.

Una vez liberadas, las tortugas se dirigen de manera instintiva hacia el mar. Es importante que hagan el camino solas, ya que así reconocerán su playa natal y podrán volver para reproducirse.

Por: AFP.