Guatemala.
Una zona agrícola en el norte de Guatemala, todavía no se recupera del paso de los ciclones Iota y Eta entre fines de octubre y comienzos de noviembre de 2020. Los huracanes desbordaron las aguas del río azul que atraviesa el pueblo, anegaron caminos y destruyeron viviendas y sembradíos.
“Pues viera que me dio una tristeza a mí. Me dio una tristeza porque todas nuestras siembras, se fue todo. Entonces cuando llegamos a la parcela nos acordamos que aquí está toda nuestra siembra. Y ya no había nada cuando llegamos”, detalló la agricultora, Sonia Choc.
El agua demoró 4 meses en descender, dejando una estela de putrefacción de plantas y el suelo estéril. “Cuando siembran ahora se seca la mata, como toda la fuerza de la tierra se la llevó el agua. Tal vez tardó el agua ahí y no hay árboles. Si uno lo siembra se vuelve a morir. Como no hay árboles, tardó mucho el agua ahí en la parcela”, explicó Sonia Choc.
Aunque el suelo pueda recuperarse, el cardamomo que suelen plantar, tarda de 3 a 4 años en dar frutos. Sin opciones, muchos jóvenes de la zona se sumaron así al éxodo de centroamericanos que buscan una vida mejor en Estados Unidos.
Los desastres por el calentamiento global son un detonante creciente de la migración irregular en Centroamérica, donde miles parten cada año hacia Estados Unidos.
“Desde que fue el huracán Mitch. Desde luego, tuvimos la tormenta Stan en 2005, Ágata en el 2010 y luego la Eta y Iota en el año 2020. Y se sabe que la gente migra, ya sea las cabeceras departamentales a la capital o también esa migración internacional que es la más frecuente», destacó Alex Guerra, director del Instituto de Investigación sobre el Cambio Climático de Guatemala.
«Tal vez en la actualidad, la violencia, la pobreza en general, son las causas más importantes, sobre todo en Honduras, El Salvador y Guatemala. Pero en ciertas comunidades se sabe que ese fue el detonante. Ya tenían la pobreza, ya tenían otras condiciones y viene un evento climático y eso es lo que da el último empujón, digamos, para que la gente decida migrar”, agregó Alex Guerra.
Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, los huracanes Iota y Eta fueron parte de la temporada de ciclones del Atlántico más activa de la historia. Afectaron fuertemente a una región con una enorme desigualdad social e infraestructuras en mal estado.
Un informe del Banco Mundial advirtió en septiembre que los efectos del cambio climático podrían provocar la migración de 216 millones de personas para 2050, incluidos 17 millones en Latinoamérica.
Por: AFP.
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